Dr. Bernabé Galán Sánchez. Vicesecretario General de Semergen
En los últimos meses estamos siendo testigos de un fraternal enfrentamiento entre Médicos Generales Interinos y Médicos de Familia, que ha salpicado solidariamente a algunos Médicos Generales y Médicos de Familia con plaza en propiedad. Dicha batalla, provocada por la falta de claridad y previsiones de la Administración respecto a la Atención Primaria, comenzó al ir desplazando los Médicos de Familia a los Médicos Generales en los consultorios o ambulatorios que eran reconvertidos en Centros de Salud.
Hasta esta línea podemos decir que esta trifurca tiene una justificación económica y de supervivencia. Siendo consecuentes, deberíamos hacer un esfuerzo en comprender que tanto un "bando" como otro tienen razón: Los Médicos Generales Interinos porque se quedan en la calle, dejando en precario su economía familiar. Los Médicos de Familia porque según la ley las nuevas plazas de los Centros de Salud deben ser ocupadas por ellos. Debido a este cruce de legalidades, y lógicamente no dar nadie su brazo a torcer ni ceder un ápice de terreno, se ha pasado de la reivindicación del puesto de trabajo, al insulto personal y colectivo. A esta lamentable situación no se debería haber llegado nunca. La Administración actúa en cada Comunidad Autónoma desigualmente, según la correlación de fuerzas que presenten unos u otros, pero nunca con el objetivo de solucionar el problema de raiz y de una vez por todas.
Desde nuestra posición de Sociedades Científicas de Medicina de Cabecera, no podemos reivindicar más que el cumplimiento de la legislación, y que si esta no es lo suficientemente clara, es preciso urgir jurisprudencia. Todos formamos un pool de compañeros que tenemos un fin único y común que es el atender aquello que nos tienen encomendado, esto es la Atención Primaria. Si no estamos unidos, mal servicio podemos ofrecer a nuestros ciudadanos. Si no trabajamos en equipo desperdiciaremos muchos esfuerzos y malgastaremos mucho tiempo.
Debemos ser solidarios los unos con los otros: Ningún Médico General Interino debe ser desplazado para engrosar las listas del desempleo; pero tampoco ningún Médico de Familia debe ir al paro una vez que termine su formación. ¿Cómo se consigue esta Utopía? Como todas: Con ilusión, imaginación y buena fé. Estas tres características, en ocasiones propias del ser humano, se pueden introducir en una coctelera donde se añadirán otras como: Formación vs Experiencia, Motivación vs Escepticismo, Aislamiento vs Equipo, Humanismo vs Distanciamiento, Sanidad vs Promoción de la Salud, Improvisación vs Planificación, Superioridad vs Comprensión, etc.
Hay motivos y referencias suficientes para considerar que de ambas partes enfrentadas existen deseos de "firmar la paz". Se debe producir un acercamiento y llegar a un acuerdo, que debe ser ratificado por la Administrción. Como botón de muestra buscando esta aproximación recomendamos la lectura del Editorial de la Revista Atención Primaria número 13(2) de 15 de febrero pasado, en el que se desea por parte de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria la unidad de todas las sociedades de Medicina de Cabecera, por utilizar un término diferente a ellos, aunque con el mismo significado que Medicina Familiar y Comunitaria o Medicina General.