viernes, 24 de noviembre de 2006

Quejas somáticas: ¿Orgánicas o funcionales?

Dr. Bernabé Galán Sánchez
Médico de Familia. Fuente Palmera (Córdoba)


DIAPOS 1 y 2
- El hecho de ser humanos, nos condiciona a experimentar síntomas somáticos con cierta frecuencia sin que ello suponga padecer alguna enfermedad. Solo una pequeña parte de estos síntomas sentidos son producidos por alguna patología. Por tanto, para poder hablar de que un paciente presenta un trastorno somatomorfo y catalogarlo como psiquiátrico, es necesario que el individuo atribuya estas molestias a una enfermedad orgánica y busque un diagnóstico y un tratamiento médico de forma persistente, pese a la reafirmación de los médicos en el sentido de que no padece ninguna enfermedad grave que esté produciendo estos síntomas.
DIAPO 3
- A lo largo de la semana el 75 % de los adultos sanos padecemos algún tipo de dolor o malestar físico , que puede estar causado por alteraciones leves de los mismos procesos fisiológicos diarios (respiración, digestión, circulación, modificaciones hormonales, etc), modificaciones o transgresiones en la dieta, exceso físico o fatiga, infecciones víricas subclínicas, etc. Y también por factores ambientales, como el calor o frío extremos, exceso de luz, humedad, ruido y la contaminación ambiental.
DIAPO 4
- “En toda población hay pacientes con múltiples quejas crónicas y sin ninguna enfermedad seria, que raramente mejoran de sus síntomas a pesar de los esfuerzos del médico. Estas personas necesitan de sus achaques para poder vivir” (L. Liberman y M. Stuart)
DIAPO 5
- La coexistencia de condiciones médicas crónicas y psicopatología debe ser considerada en la planificación de los servicios de Atención Primaria de Salud, dados los altos costos y la duración de los tratamientos que requieren estos pacientes . Estos trastornos, a pesar de su elevada prevalencia no han recibido suficiente atención. En los diferentes estudios que profundizan algo en el conocimiento de estas patologías, no se incluyen habitualmente las variables geográficas y culturales, siendo estas un factor importante en la comprensión de la comorbilidad de enfermedades físicas y mentales. Son pacientes hiperfrecuentadores de los servicios de salud y con altos niveles de discapacidad que obliga a estar en baja laboral largos periodos de tiempo. Además son demandantes de evaluaciones médicas más completas y laboriosas, de hospitalizaciones más prolongadas y de tratamientos más especializados más costosos.
DIAPO 6
- En los últimos años resurge un interés creciente por el rescate del médico generalista, médico de familia o de cabecera, que mantenga una visión global del enfermo y un cuidado comprensivo para una mejor relación médico-paciente. La medicina familiar y comunitaria y la atención primaria de salud apuntan así a una medicina integral que preserve un tratamiento más humano del paciente y que posibilite también una utilización más racional de los modernos recursos diagnósticos y terapéuticos de los que disponemos , .
DIAPO 7
- Hay un refrán español que dice que “Salud es para el enfermo la cara del médico”. Y un proverbio árabe que asevera que “Quien no comprende una mirada, tampoco comprende una larga explicación”.
- “Déme 10 minutos de escucha interesada, no interrumpida, y le diré a usted todo lo que necesita saber para ayudarme” (Kaye)
DIAPO 8
- La somatización se considera como uno de los más frecuentes y problemáticos fenómenos que encaran los médicos a nivel de atención primaria. Es un término genérico que incluye un amplio rango de fenómenos clínicos, una variedad de procesos que conducen al paciente a buscar ayuda médica por síntomas o malestares del cuerpo los cuales, a veces, aún cuando no existe evidencia médica de los mismos, el paciente erróneamente lo atribuye a una enfermedad orgánica .
- Es importante tener en cuenta estos trastornos debido a:
 Elevada prevalencia (4 %)
 Baja calidad de vida que producen en los pacientes.
 Elevado coste. Se cifra en un 10 % del gasto sanitario total.
 Dificultad de manejo de estos pacientes, rechazados por la mayoría de los médicos porque producen sentimientos de frustración e ira. Estos pacientes suelen acabar siempre en la consulta de un médico con un perfil específico, ya que han sido rechazados por los demás. Es posible que este tipo de “enfermos” no solo sean rechazados en la clínica, sino también en el campo de la investigación, al no existir demasiados estudios sobre ellos. Creo que tenemos mucho territorio virgen sobre el que trabajar, recorrer y explorar.

DIAPO 9
Rosalía (85 años) Asidua visitadora a la consulta con distintos achaques cada vez. Se va a Madrid, permanece allí durante 4 meses, que se me pasaron enseguida, y cuando vuelve, como es natural, va a saludarme y a comenzar a quejarse y a exigirme recetas para sus dolencias. Me confiesa que en Madrid, durante todo el tiempo, no ha tenido que ir al médico (su hija me comentó que vivía en una 4ª planta sin ascensor y el consultorio lo cogían bastante lejos) Le comento que se vaya a Madrid, y que si allí no necesitó medicinas que por qué aquí si. Al negarme a ceder a sus exigencias, y levantarme la voz, le comento que es muy fácil la solución: que se cambie de médico y así no tendrá problemas. A lo que me responde: ¿cambiarme yo de médico con otro que no sea usted? ¡Ni muerta! ¡En la vida me cambiaría! …
DIAPO 10
- La relación con los pacientes que podríamos calificar como de trato difícil afecta a la práctica diaria de los profesionales de Atención Primaria, porque suelen representar, según algunos autores, hasta un 15-30 % de las consultas. Estos estudios están basados en la opinión de los profesionales. En un estudio recientemente publicado en la revista Atención Primaria , se expone un trabajo que tiene como objetivo valorar el grado de satisfacción de los pacientes de trato difícil atendidos por un equipo de Atención Primaria. Uno de los seis grupos en los que dividen a estos pacientes de trato difícil es el de SOMATIZADORES; definiéndolos como pacientes plurisintomáticos con afecciones de difícil explicación biomédica, y atribuyéndoles la generación de un gran número de interconsultas y exploraciones complementarias.
- Estos pacientes, que de entrada provocan, generalmente en el médico, una serie de prejuicios que debemos salvar a la hora de atenderlos en la consulta, sin embargo, y a pesar de lo que podríamos pensar, suelen sentirse satisfechos con la atención recibida2 de su médico y también con el funcionamiento del sistema sanitario o al menos igual que la población en general.
DIAPO 11
- Son pacientes que llegan a tu consulta, te piden perdón por volver a venir tan pronto, te lloran, se quejan, describen sus dolores, sus sentimientos, sus sensaciones, en definitiva “sus síntomas” vagos, difusos y generalizados . Si los pruebas espontáneamente los pillas enseguida, ya que el movimiento que realizan en respuesta a tu estímulo no podrían hacerlo si padeciesen la enfermedad orgánica que creen tener. La mayoría, salen de la consulta despidiéndose afectuosamente y preguntándote por la señora y los hijos.
- Cualquiera de los presentes podría narrarnos muchos ejemplos de casos de pacientes atendidos en su consulta. Pero creo que en Atención Primaria los ejemplos pueden ser más concluyentes, y en mi caso al ofrecerles una larga continuidad asistencial (llevo 26 años en la misma plaza) y tratarse además de una población rural, con las limitaciones que ello conlleva, puedo presentar algunos ejemplos pintorescos, que como pueden estar observando ustedes voy intercalando.
DIAPO 12
- Otro caso es el de una señora, Mª Carmen G. Q. (29-06-1965) (41 años) dolor en la mano y cuando respira hondo se le hincha la mano.
El dolor, al igual que otros fenómenos clínicos, plantea la dificultad de establecer una diferencia tajante entre los factores funcionales y orgánicos . Esta dificultad tiene DIAPO 13 relación con los complicados mecanismos neurofisiológicos de transmisión del dolor. El estímulo nociceptivo periférico es transmitido al cerebro y percibido por la persona. Pero es este componente perceptivo el que introduce enormes diferencias en la experiencia del dolor. En ocasiones el paciente pierde toda capacidad para enfrentarse al dolor, transformándose éste en el fenómeno central de su existencia. En nuestro medio, o mejor dicho en el medio en el que desarrollo mi actividad profesional, que es el medio rural, ese proceso hipotético, del que hablaba Stekel a principios del siglo XX, en el cual los mecanismos de defensa natural no permiten la expresión de la ansiedad y, en su lugar, sólo es posible una “expresión visceral”, impidiendo la manifestación de la ansiedad experimentada conscientemente por el individuo, se da con bastante frecuencia. Así no es raro tener que atender, y muchas veces como urgencias, a personas que presentan crisis de disnea repentinas, dolores abdominales inexplicables, crisis hipertensivas en personas normotensas, alopecias, polaquiurias, lesiones dermatológicas, pruritos y exantemas, hormigueos en extremidades, etc., etc.
DIAPO 14
- Estos pacientes plantean las mayores dificultades diagnósticas y terapéuticas en Medicina e implican un desafío de integración para aunar esfuerzos en aliviar su sufrimiento, poniendo a prueba sistemáticamente la capacidad de comprensión y de ayuda de parte del equipo médico. Estos pacientes que presentan síntomas funcionales, que nos hacen comentar “¡¡si es que no tienen nada!!”, siguen acudiendo a nuestras consultas. En ellos es frecuente que existan factores psiquiátricos asociados, como ansiedad, depresión o hipocondría, que suelen ser subdiagnosticados. Es raro que consulten los servicios de Salud Mental, sino por el contrario acuden repetidamente a especialistas clínicos o quirúrgicos, ocasionando numerosos procedimientos diagnósticos o terapéuticos e incluso quirúrgicos innecesarios , que no aportan ningún avance en la solución de su problema.
DIAPO 15
- Los objetivos mínimos que el médico de Atención Primaria debe contemplar con pacientes somatizadores :
 Hacer una recogida de datos que permitan plantear hipótesis aproximativas a la situación global del paciente en relación a las causas de sus dolencias.
 Transmitir al interesado las hipótesis basadas en el punto anterior.
 Mantener con los pacientes un contacto adecuado a largo plazo.
 Valorar la motivación real del paciente para salir de su situación.
 Efectuar una propuesta terapéutica que le ayude a mejorar su calidad de vida.
 Evitar la yatrogenia.
 Limitar el deterioro.
 Derivar a dispositivos especializados cuando están disponibles.
 Evitar el gasto innecesario.
DIAPO 16
- En un estudio recientemente publicado en la Public Library of Science Medicine vemos cómo las palabras de los médicos no surten ningún efecto, por lo general, en este tipo de enfermos, ya que la mayoría creen erróneamente que, en el curso de la conversación, el médico les había señalado que sus síntomas tenían una causa física importante. Los pacientes que somatizan podrían mejorar si evitaran buscar causas físicas. Por el contrario la solución a su problema habría que buscarla centrándose en estrategias prácticas para recuperar su salud y aliviar sus síntomas.
- A esto último también hizo referencia el Profesor Díaz Rubio en una conferencia sobre “Inteligencia y Síndrome de Intestino Irritable” . En la irrupción de esta enfermedad, de la que tampoco se conocen sus causas y nunca presenta lesiones o alteraciones orgánicas, parece intervenir la inteligencia: una inteligencia experiencial que ejerce un control sobre la experiencia emocional. Y sobre esta inteligencia es posible actuar.
- El neurólogo Arturo Goicoechea, opina que el cerebro es la parte informática que construye el dolor utilizando el conocimiento. Refiriéndose a la migraña y la fibromialgia, dice que son construcciones anómalas del cerebro, no porque al cerebro le pase nada, sino porque un sistema que debe manejar el conocimiento no siempre garantiza que el conocimiento sea el correcto .
DIAPO 17

- Hay una serie de datos que hacen sospechar que nos encontramos ante un trastorno funcional psicógeno:
 Ya hemos dicho que presentan síntomas vagos, difusos o generalizados, sin un patrón consistente ni una distribución anatómica precisa6, .
 Su descripción es pintoresca y poco comprensible. Existe cierta discordancia entre la severidad del dolor o de las molestias que relata, con la actitud que mantiene mientras los enumera. (Ejemplo: Paciente que comenta intenso y permanente dolor lumbar pero se le ve sereno y contento)
 Los síntomas son atípicos y muestran una periodicidad anómala, con variaciones caprichosas e inexplicables. (Ejemplo: Lumbalgias que empeoran con el reposo, molestias precordiales sin relación con esfuerzos o reposos, dolores que no modifican mínimamente su intensidad con la administración de analgésicos, etc.)
 A pesar de ser síntomas poco definidos y sin causas comprobables, condicionan variados grados de incapacidad así como importantes consecuencias familiares, sociales y laborales, manejando a su familia o para obtener beneficios de algún tipo.
DIAPO 18
Ejemplo: Concepción L. (53 años) Se descartó que tuviera una fibromialgia, después de pensar en múltiples diagnósticos. Acudía a consulta casi un par de veces en semana. Últimamente viene a llorarme porque su familia se ha hartado de ella y la evitan siempre que pueden. Y eso que estaba mejor con las últimas medicinas que le había mandado no sé que especialista esta vez. Antes de irse me dijo que no se las tomaba todos los días porque como eran tan caras se le acababan enseguida y no podía comprar más.
 En ocasiones existe una relación temporal entre una situación vital desencadenante (como fuente de ansiedad) y el comienzo o la exacerbación de los síntomas .
DIAPO 19
 La historia clínica es farragosa y confusa, difícil de elaborar, desordenada, con puntos oscuros. La exploración física no obtiene datos objetivos, arroja resultados inconsistentes, y se suele acompañar de gestos exagerados y reacciones emocionales de defensa.
 Puede constatarse ansiedad, insomnio, depresión o rasgos neuróticos, pero el paciente siempre va a negar malestar psicológico y nunca vinculará sus desarreglos somáticos con conflictos personales.
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 EJEMPLO: Concepción A. R. (7-08-1949) (57 años): Espolones calcáneos, agorafobia, vértigo posicional paroxístico, picadura de garrapata, trastorno adaptativo crónico, algias generalizadas, taquicardia, hipercolesterolémica y le cae mal la simvastatina y el Voltaren le produce diarrea.
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- He recogido una serie de consejos ó trucos para superar dificultades terapéuticas y de relación médico-paciente:
 El médico debe limitarse a los exámenes complementarios que considere necesarios y no ceder a la ansiedad y a la constante presión del enfermo solicitando nuevos estudios. Esto solo agravará su ansiedad y cerrarán un círculo vicioso difícil de romper.
 El médico se abstendrá de hacer ningún comentario acerca de considerar sus molestias como imaginarias o inventadas, ya que el paciente las siente como muy reales.
 Como es natural, tarde o temprano la relación médico-paciente se deteriora y el clínico tendrá que contener la ansiedad y la frustración que le produce el trato con ese enfermo, y deberá también hacer frente a los sentimientos encontrados que éste le provoca. Es común que, después de la lógica dedicación inicial, el médico experimente indiferencia, impotencia, repliegue desilusionado o abierto rechazo, que pueden acabar en una derivación forzada. Debe además controlar el temor siempre latente de estar descuidando algún factor orgánico.
 Es importante auto observarse y controlar estos sentimientos por parte nuestra si pretendemos seguir siendo el médico de cabecera que estos pacientes necesitan. Habrá que atenuar la ansiedad originada en la relación médico-paciente, y de esta manera poder generar un acto médico más preciso y que debe incluir una explicación o abordaje psicosomático, el cual puede favorecer mucho la evolución de estos enfermos. Ese abordaje psicosomático requiere explorar con tacto aspectos de la vida emocional, familiar y social del enfermo, para correlacionarlos con la génesis y variaciones de sus síntomas. Así se podrá diagnosticar un estado depresivo encubierto que se manifestaba como dolor lumbar y de miembros inferiores, y tratarlo eficazmente con antidepresivos. 0, en un caso de cefaleas claramente relacionadas con situaciones de estrés familiar, un tratamiento con benzodiazepinas puede cortar el círculo vicioso y mejorar el dolor junto con la adaptación emocional del paciente14.
 El trabajo conjunto entre médicos de cabecera y psiquiatras es fundamental para diagnosticar y tratar adecuadamente los trastornos de personalidad y las conductas o reacciones de los pacientes.
 El paciente debe ser atendido por un solo médico, preferiblemente, su médico de cabecera, planificando citas regulares cada 4-6 semanas como máximo, programando consultas breves que sean posibles en la agenda del generalista.
 Es conveniente realizar exploraciones físicas simples en la zona de la que se queja el paciente .
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- El grado de gravedad de estos padecimientos es variable, yendo desde casos benignos que permiten un manejo razonable y el logro de mejorías clínicas, hasta casos crónicos muy serios que constituyen en realidad fenómenos psicóticos. Indicadores de gravedad son: el tiempo de evolución, la cantidad de consultas y estudios realizados, el número de médicos implicados, así como las consecuencias psicosociales del cuadro5, .
DIAPO 23
- El abordaje de la enfermedad no es solo llegar a un diagnóstico y establecer una terapéutica adecuada. Es necesario también considerar los aspectos interpersonales que se desarrollan durante la relación médico-paciente y darles respuestas adecuadas, ya que de ello depende la eficacia del tratamiento . Así mismo y dado que el médico y el paciente no proceden de similares grupos socioculturales puede existir un desacuerdo entre sus modelos explicatorios. Este hecho puede provocar abandonos de tratamiento, falta de compromiso e insatisfacción del paciente y busca reiterada de nuevos médicos. Todo esto representa una carga para el sistema de salud y un aumento de la frustración y pérdida de tiempo para el médico5.
DIAPO 24
- Como conclusión, creo que es importante la colaboración e interrelación entre médicos de Atención Primaria y Especialistas para tratar estas patologías.
DIAPO 25
- Muchas gracias.






BIBLIOGRAFÍA

martes, 18 de julio de 2006

PREGON FERIA REAL DE FUENTE PALMERA 2006

Pronunciado el dia 17 de Agosto de 2006 por el Dr. D. Bernabé Galán Sánchez

Buenas noches. Muchas gracias por estar aquí.
Sean todos bienvenidos a este acto de introducción a la Feria Real de la Colonia.
Muchas gracias a Pilar Mercader por la presentación que de mi persona ha exaltado, influenciada sin duda por la amistad que tenemos y de nuestro aprecio mutuo.
También, por supuesto y al que más, quiero agradecer al Excelentísimo Ayuntamiento de Fuente Palmera la decisión adoptada de que fuese yo, este año, el pregonero de esta singular Feria.

Es para mí un honor como colono adoptivo el poder pronunciar unas palabras como prólogo a lo
que deseo sean unos felices días en los que se olvide el trabajo y los malos ratos y nos sirvan para disfrutar de un merecido descanso, aunque habrá quien no pare a partir de ahora. Que en estos días se hagan nuevas amistades o se renueven las que tenemos olvidadas, y que se aclaren todos los malos entendidos que pudieran haberse producido durante el año. La cordialidad, el entusiasmo, la hospitalidad y la amistad deben presidir nuestra conducta todos los días de nuestra vida.

Procuraré ser escueto en mi exposición y sintetizaré lo mejor que pueda el elogio que esta Colonia de Fuente Palmera se merece a lo largo de toda su Historia, pero especialmente en los 26 años últimos que son los que he tenido la suerte y el honor de vivir en este Municipio.
Reconozco que hace 27 años ignoraba la existencia de Fuente Palmera. Llegué a esta bendita
Colonia, como he dicho, hace 26 años. Y llegué por equivocación. Sin embargo, cada día que pasa
me alegro más de haberme equivocado cuando hice la elección de plazas como Médico Titular en
aquel concurso de traslado. Hay dos coincidencias curiosas en mi vida: Una es la de haber nacido
justamente cien años después que D. Santiago Ramón y Cajal, a quien admiro desde mi uventud. Y la otra es la de haber llegado a la Colonia, cien años despues de que lo hiciera otro médico, Don
Antonio Tubío Guerrero, quien sentó raices y nos dejó una nutrida descendencia entre los colonos.

Comencé a querer a Fuente Palmera desde el primer momento. Desde la primera vez que pisé su suelo, disperso en 10 núcleos de población, que yo desconocía. No se me olvidará nunca mi primer aviso domiciliario: tenía que ir a visitar a un abuelo a Ochavillo del Río. Como no sabía ir, se ofreció a acompañarme y enseñarme el camino otro señor mayor, natural de aquella aldea pero que se había venido a vivir con su hijo muy cerca de donde nos encontramos. Durante el recorrido, el que después fue gran amigo mio, me iba señalando, con disfrute por parte de los dos, por donde se iba a los otros pueblos de aquel lado. Aquella mañana aprendí rápidamente cómo llegar a Herrería, Peñalosa, Ventilla y Villalón. Mi curiosidad por conocer me llevó a preguntarle por las carreteras que iban a los demás. Y así me enteré de los caminos que llevaban a Fuente Carreteros, Silillos, Cañada del Rabadán y Villar.

A pesar de tener una fisonomía muy distinta a la que estaba acostumbrado a ver, que eran los
olivares, el romero, los chaparrales, la jara, el lentisco, en mi pueblo natal, y la viña y el olivo en el pueblo de donde procedía, el paisaje que se extendía ante mis ojos, llano y extenso, en aquel otoño del 80 me sedujo.
Comencé desde aquel día a vivir la aventura de acompañar, apoyar, incitar, dirigir, animar,
entusiasmar a los colonos, en los comienzos del más grande periodo de transición y desarrollo
conocido en la historia de nuestra Colonia.

El moderno plan de regadíos que iba a comenzar a dar sus primeros pasos me atrajo desde un
principio. Comencé a escribir como corresponsal, casi a diario, en los periódicos provinciales La
Voz de Córdoba y posteriormente en el Diario Córdoba. ¡Había que dar a conocer Fuente Palmera a los demás pueblos de la provincia y de Andalucía! ¡Había que llevar la nueva de que gracias al agua La Colonia iba a avanzar a paso de gigante en comparación con los pueblos limítrofes, superándolos y adelantándolos ampliamente!

Gracias a mi amistad con el Ingeniero Jefe de Fomento, que me ilustró ampliamente, comprendí,
para después difundir, la grandeza de los riegos. La trascendencia que tendrían para La Colonia su puesta en marcha y su mantenimiento. Soñé e intuí el futuro de todos los núcleos de población de Fuente Palmera.

También conocí las necesidades de los colonos: educación, sanidad, servicios sociales, animación
socio-cultural, conocimiento de su propia historia, tradiciones, sentimiento de pueblo, falta de
unidad, etc.
¿Hay algo más hermoso que las palabras Ayudar, Soñar, Amar, Reír, Concienciar, Apoyar,
Consolar, Compartir, Saludar, Escuchar, Enseñar, ...? ¿Y os habéis dado cuenta que a pesar de tener tan gran valor, las acciones que definen estas palabras se realizan gratuitamente? ¿Qué trabajo cuesta ayudar a los demás? Hay unos versos muy hermosos de Eduardo Alonso, que abundan en las frases anteriores. Dicen así:
" Y otra vez la sinfonía
interior de lo pensado.
Y otra vez de lo pasado
la triste melancolía.
Y otra vez esa manía
de pensar en lo esperado
para volver, alma mía,
a empezar por lo acabado."

Pero sigamos repasando la vida de La Colonia desde 1980. Yo tenía la firme convicción de que
Fuente Palmera estaba destinada a ser la "California de Europa": una de las poblaciones más ricas y prósperas del Viejo Continente. Este hecho era conocido por la Administración y fue correspondido ampliamente por los poderes públicos. Sin embargo no fueron conscientes de un problema que se podría presentar en un futuro no muy lejano. No se daban cuenta de que se iba a producir un tremendo desequilibrio socio-económico-cultural. Esto es, en palabras claras: Fuente Palmera, hasta la llegada del regadío, era una zona muy deprimida económica y socioculturalmente. En el futuro iba a prosperar rápida y exponencialmente en el aspecto económico, pero no estaba preparada en lo socio-cultural y se iba a producir un desequilibrio y por lo tanto había que trabajar sin descanso para que no se notasen o fuesen mínimas las consecuencias de este desajuste.

Si amo tanto a Fuente Palmera, a pesar de no haber nacido aquí, es porque he empleado las horas de más noble afán de mi vida en conocerla palmo a palmo, en entender a sus gentes, en sentir lo que sienten. Todo esto con el objetivo de trabajar por la Colonia y los colonos, para poder ayudar a encaminar su futuro. Por eso quiero tanto a Fuente Palmera: porque la conozco y conozco a sus gentes, y por eso creo en ella.

Hay un párrafo que escribió Don Gregorio Marañón, que habla de la dedicación de las personas en lo que creen. Dice así el ilustre Médico y Humanista: "Hay muchos seres humanos que han
dedicado su vida a lo que creen y se dice que es el amor, y, sin embargo, después de bien exprimida su experiencia, no podrían añadir una sola gota de enjundia a lo que se sabe ya. En el amor, la cantidad no cuenta. Todo su secreto está en la calidad y en la gracia. Y por gracia hemos de entender el que la fruición material, lo que exige el instinto, siempre bárbaro, no sea nunca un
objetivo ni un premio del amor, sino una leve y delicada brasa que caldee y coloree de rosa a todo eso otro semidivino que es el rendimiento, el sacrificio, la oferta de un ideal irrealizable, el dar y no pedir, sin lo cual el amor es sólo una cárcel con las paredes adornadas de estampas prohibidas, sin maldita la gracia".

Cómo pasa el tiempo. Qué de prisa pasan los días cuando participas en la aventura. Recuerdo con admiración aquellos tiempos en los que, año tras año, un elevado porcentaje de colonas y colonos abandonaban temporalmente sus casas y viajaban lejos, en las temporadas de la vendimia y de la recogida de aceituna. A pesar de conocer que vivirían en unas condiciones a veces infrahumanas, llevaban con optimismo un solo objetivo: evolucionar y alcanzar lo que sus padres no pudieron conseguir, como una vivienda decente y una mejor posición social. Aquellos aventureros, aquellos héroes, deberían dar clase en colegios e institutos. Deberían enseñar a nuestros jóvenes, desde pequeñitos, el valor del trabajo, del esfuerzo, del sudor, del sacrificio, del sufrimiento. Debería existir una asignatura sobre valores y experiencias. Que se den cuenta los nietos de hoy que sus abuelos, jóvenes hace unos años, trabajaron duro, muy duro, para ofrecer un futuro mejor a los colonos venideros; para construir una Colonia excelente. Y que se den cuenta estos últimos que son ellos los responsables de continuar la gesta que sus antepasados comenzaron.
Aquel espíritu de aventura con el que vinieron nuestros antepasados, era alimentado por las ideas revolucionarias de Pablo Antonio de Olavide y de Juan Gaspar de Thürriegel, bajo el mandato del rey Carlos III. Y esta filosofía aventurera se basaba en una serie de pilares, que debemos tener siempre presentes. Estos cimientos no son otros que: la Adaptabilidad, el Deseo y la Determinación, la Visión y el Valor, la Experiencia, la Curiosidad Natural, el Trabajo en equipo y la Confianza, el Optimismo ilimitado, la Habilidad para afrontar riesgos y el Desempeño excepcional. Por eso, y los jóvenes deben tomar buena nota de ello, los logros son siempre resultado de un proceso constante.

Debemos esforzarnos por ir siempre “un paso más allá” de nuestra experiencia anterior, como se
esforzaron nuestros antepasados. Y debemos ser revolucionarios en nuestras acciones, no debemos ser inmovilistas. Hemos de continuar siendo innovadores, progresistas, imaginativos, hacendosos, inquietos, idealistas, soñadores, tener espíritu de lucha y no olvidar ser fieles a nuestro pasado, aunque no del todo, porque el revolucionario cuando triunfa no puede ser fiel a su pasado por completo, ya que gracias a la revolución ha transformado el pasado y ha creado un presente nuevo.
Me gustaría nombrar una a una las personas con las que he tenido y tengo el honor y la suerte de compartir más directamente, en la porción que me corresponde, de esta aventura de la que os hablo: la proeza de la Colonia de Fuente Palmera en este último cuarto de siglo. Me gustaría hacerlo, pero podría olvidar a alguien y no sería justo. Son tantos los momentos, ocasiones, escenarios, situaciones, eventos, emociones que hemos vivido que hay materia para escribir un extenso libro, al que no renuncio comenzar en un futuro cuando esté menos atareado.

Pero en esta aventura no solo participaron los mayores. Muchos jóvenes también trabajaron
entonces por un futuro mejor. Fueron idealistas y soñadores e imaginaron una tierra de promisión, en la que creyeron y por la que apostaron. Y otra vez el poeta Eduardo Alonso nos lo dice en estos versos:
¿Es sueño otra vida?
Si soñando se olvida
El dolor de existir,
Puede ser otra herida,
Que soñar no es morir.

¡Hay que ver el montón de empresas que han surgido en los últimos años en nuestra Colonia!
Gracias a la imaginación, el idealismo, la inquietud de nuestros jóvenes y menos jóvenes
empresarios han llegado a ser punteras cada una en su sector, llevando el nombre de Fuente
Palmera como estandarte de calidad, honradez, seriedad. En una palabra: saber hacer. Y tenemos que estar orgullosos de ellas y de ellos. Lo dijo Don Santiago Ramón y Cajal: “Las ideas no duran mucho. Hay que hacer algo con ellas”. ¡Y tanto que los colonos las han desarrollado! Marcel Proust nos lo dejó dicho: “El acto real del descubrimiento no consiste en encontrar nuevas tierras, sino en ver con nuevos ojos”. Esto es lo que hacen los niños continuamente. Pero nosotros, los adultos, tenemos que obligarnos constantemente a permanecer insatisfechos del mundo que hemos creado.

Me hace mucha gracia cuando oigo a quienes no nos conocen, hablar de la pereza de los andaluces. Antiguamente había gentes, personajillos, que gustaban de vegetar y divertirse a costa del trabajo de los demás; esa fama no era específica de nuestro suelo, sino común a todos los pueblos, y afortunadamente nosotros hemos sabido demostrar lo contrario en el transcurso de los 239 años de existencia de nuestra Colonia. ¿Quién puede negar la laboriosidad de los colonos? Desde los primeros que poblaron estas tierras, deserticas entonces, hasta sus descendientes de hoy no han parado de trabajar afanosamente para conseguir lo que tenemos. Solo hay que madrugar un poco para observar cómo día a día, cada uno se dirige a su trabajo. Cómo se llenan las carreteras de vehículos que transportan trabajadores llevando el nombre de nuestra Colonia a distintos lugares de Andalucía o a otras comunidades y países.
Deberían castigar a quienes llamaran perezosos a nuestros antepasados, heroicos trabajadores del campo, regado con el sudor de su cuerpo, trabajando de sol a sol, sin poderse cambiar de ropa, ni llevarse a veces un trozo de pan a la boca, sin posibilidades de formarse o instruirse y siempre a merced del cacique de turno que se aprovechaba de su ignorancia y su pobreza.

Y después de conocer todo lo que he descrito, ¿quien sería incapaz de amar a esta tierra y a sus
gentes? ¿Quien no se dejaría seducir por su idiosincrasia?
Como médico soy un espectador más de la vida, si bien desde un plano distinto que los demás
espectadores. Los médicos tenemos más ocasiones de ver el lado dramático del existir. Esta
profesión, con su leyenda de sacrificio, de humanitarismo, de contacto dramático con el sentir de
las personas la he desarrollado durante el periodo más largo de mi existencia en esta Colonia. Y os aseguro que el convivir con los colonos, sintiéndome uno más, ha actuado como sublimación en los momentos negativos por los que he pasado. Aunque no nací aquí, soy colono, y un colono que siente hasta la médula de sus huesos, hasta los rincones más profundos de su alma, el orgullo de serlo.

Me vais a permitir terminar con una frase que casi al final de su vida proclamó Maeterlinck, uno de los grandes soñadores del siglo pasado: “Todo mi instinto, toda mi eficacia, me empujaban desde niño a la Medicina; porque esta es, cada vez estoy más cierto de ello, la llave más segura para dar acceso a las profundas realidades de la vida”.
Muchas gracias y que paséis una muy mejor Feria.