jueves, 14 de abril de 1994

Conflicto Medicina de Familia - Medicina General: BUSQUEMOS EL ACERCAMIENTO

Dr. Bernabé Galán Sánchez. Vicesecretario General de Semergen

En los últimos meses estamos siendo testigos de un fraternal enfrentamiento entre Médicos Generales Interinos y Médicos de Familia, que ha salpicado solidariamente a algunos Médicos Generales y Médicos de Familia con plaza en propiedad. Dicha batalla, provocada por la falta de claridad y previsiones de la Administración respecto a la Atención Primaria, comenzó al ir desplazando los Médicos de Familia a los Médicos Generales en los consultorios o ambulatorios que eran reconvertidos en Centros de Salud.

Hasta esta línea podemos decir que esta trifurca tiene una justificación económica y de supervivencia. Siendo consecuentes, deberíamos hacer un esfuerzo en comprender que tanto un "bando" como otro tienen razón: Los Médicos Generales Interinos porque se quedan en la calle, dejando en precario su economía familiar. Los Médicos de Familia porque según la ley las nuevas plazas de los Centros de Salud deben ser ocupadas por ellos. Debido a este cruce de legalidades, y lógicamente no dar nadie su brazo a torcer ni ceder un ápice de terreno, se ha pasado de la reivindicación del puesto de trabajo, al insulto personal y colectivo. A esta lamentable situación no se debería haber llegado nunca. La Administración actúa en cada Comunidad Autónoma desigualmente, según la correlación de fuerzas que presenten unos u otros, pero nunca con el objetivo de solucionar el problema de raiz y de una vez por todas.

Desde nuestra posición de Sociedades Científicas de Medicina de Cabecera, no podemos reivindicar más que el cumplimiento de la legislación, y que si esta no es lo suficientemente clara, es preciso urgir jurisprudencia. Todos formamos un pool de compañeros que tenemos un fin único y común que es el atender aquello que nos tienen encomendado, esto es la Atención Primaria. Si no estamos unidos, mal servicio podemos ofrecer a nuestros ciudadanos. Si no trabajamos en equipo desperdiciaremos muchos esfuerzos y malgastaremos mucho tiempo.

Debemos ser solidarios los unos con los otros: Ningún Médico General Interino debe ser desplazado para engrosar las listas del desempleo; pero tampoco ningún Médico de Familia debe ir al paro una vez que termine su formación. ¿Cómo se consigue esta Utopía? Como todas: Con ilusión, imaginación y buena fé. Estas tres características, en ocasiones propias del ser humano, se pueden introducir en una coctelera donde se añadirán otras como: Formación vs Experiencia, Motivación vs Escepticismo, Aislamiento vs Equipo, Humanismo vs Distanciamiento, Sanidad vs Promoción de la Salud, Improvisación vs Planificación, Superioridad vs Comprensión, etc.

Hay motivos y referencias suficientes para considerar que de ambas partes enfrentadas existen deseos de "firmar la paz". Se debe producir un acercamiento y llegar a un acuerdo, que debe ser ratificado por la Administrción. Como botón de muestra buscando esta aproximación recomendamos la lectura del Editorial de la Revista Atención Primaria número 13(2) de 15 de febrero pasado, en el que se desea por parte de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria la unidad de todas las sociedades de Medicina de Cabecera, por utilizar un término diferente a ellos, aunque con el mismo significado que Medicina Familiar y Comunitaria o Medicina General.


sábado, 12 de febrero de 1994

CóMO INFLUYEN LOS CAMBIOS DEMOGRAFICOS SOBRE LA ATENCION SANITARIA A LA POBLACIóN.

Dr. Bernabé Galán Sánchez. Medico de Familia de Fuente Palmera

En el ejercicio de la Medicina, es precisamente el Médico General quien nota antes que nadie los cambios en su trabajo, ya que se van viendo cada vez más ancianos y menos niños en las consultas.

La tendencia demográfica mundial en la actualidad es hacia el envejecimiento de la población. En España la tasa de natalidad ha disminuido del 33.8 por mil en 1990 a un 10.8 por mil en 1987. Aunque la tasa de mortalidad tambien ha disminuido en el mismo periodo de tiempo, del 28.8 por mil al 7.97 por mil, ha aumentado el indice de supervicencia y cada vez nos encontramos con un número mayor de personas en edad no productiva, jubilados o de quienes necesitan mayor atención de los demás en todos los aspectos, no solo en el sanitario.

Habría que preguntarse si está preparado el Médico General para hacer frente a esta modificación de la estructura de la población. Ante el caos existente acerca de la validez del actual modelo sanitario, se nos plantea la duda añadida de si será capaz este modelo de adaptarse de una manera sincrónica a los cambios demográficos que están surgiendo.

Personalmente, soy defensor del modelo sanitario surgido de Alma Ata, aunque pienso que su implantación en España se ha realizado de una manera que ha perjudicado gravemente los cimientos de lo que debería haber sido un verdadero cambio de mentalidad y actitud de los profesionales implicados.

Sería conveniente, por tanto, antes que nada, luchar por aumentar el grado de satisfacción y autoestima de los profesionales, para que en líneas generales apoyen el cambio de estilo y de trabajo que es necesario para afrontar precisamente estos cambios que se están produciendo en el proceso de la Atención Primaria.

Viendo venir así las cosas, es necesario adoptar los planes de estudio de las Ciencias de la Salud en el sentido de dirigir y profundizar más en los conocimientos geriátricos tanto de pre como postgrado.

Los trabajadores sociales, en equipo con los profesionales sanitarios, tienen así mismo una importante labor a realizar. Todos los profesionales de la salud deberíamos tener una actitud positiva, comprensiva y de mucha paciencia cuando atendemos a nuestros pacientes ancianos.

Deberíamos no solo aprender y profundizar más en Geriatría, sino que tambien y por añadido, deberíamos formarnos en saber preparar a la gente para el ocio o el desempleo, y de una manera importante, enseñarlos a morir. Conforme va creciendo la expectativa de vida, las personas cada vez se van olvidando más de que alguna vez se tienen que morir. Todo esto, lleva a depresiones en los mayores o a actitudes insolentes y desafiantes de los familiares de aquellos viejos a los que les llega la muerte, a veces sin avisar.

La atención domiciliaria, propia de nuestra profesión, y en la que estamos implicados los médicos de cabecera, es otro aspecto que habría que cuidar y fomentar: Se ven muchos viejos en los centros de salud que deberían ser atendidos a domicilio para evitarles molestias, y se dejan de ver muchos enfermos ancianos porque no se detecta in situ la necesidad de asistencia, o se desconoce.

Para terminar, resumiré que la Planificación Familiar y la Geriatría son dos pilares básicos en los que basar gran parte de la estructura de la Atención Primaria para equilibrar esta balanza envejecida que es la población, aunque habría que actuar por zonas en el Mundo: En unas habría que acentuar la Planificación Familiar con el objetivo de disminuir la natalidad y en otras en el sentido de aumentarla, a la par que se incide sobre la atención geriátrica.