sábado, 7 de marzo de 2009

Cuando no tienes Médico de Cabecera 24 horas al dia

A raíz de un tema surgido en el Foro Ciudadano de Monturque (http://www.aytomonturque.org/index.php?option=com_fireboard&Itemid=147&func=view&catid=9&id=871#871) se ha abierto un debate en el que he participado. Esta amistosa discusión trata sobre la permanencia del Médico en el pueblo las 24 horas del día. Es un debate interesante y como conozco el problema desde todos los puntos de vista y posiciones posibles, he participado en el mismo aproximadamente en los términos que siguen:
Conozco el tema como Médico que fui de Monturque durante cinco años y pico; lo conozco como Alcalde, que también lo fui; como ciudadano de a pie y como Gerente del Servicio Andaluz de Salud, ya que también he sido Director de Distrito Sanitario, si bien de otra Comarca Cordobesa. Fui Médico Titular de Monturque desde el 22 de Octubre de 1975 hasta el 17 de Noviembre de 1980. En el último año también fui Alcalde (primeras elecciones municipales democráticas) en las listas del Partido Socialista de Andalucía. Lamentablemente tuve que ausentarme de Monturque al ser desplazado de mi plaza de Médico por otro que por el hecho de ser Ginecólogo(¡¡vaya paradoja!!) tenía más "méritos" que yo para ocupar la plaza. Como yo estaba en el pueblo por el hecho de ser Médico (y no por ser Alcalde) tuve que irme con todo el dolor de mi corazón y en contra del deseo de todos. Como Médico o como Alcalde, estaba al servicio de Monturque las 24 horas del día, y lo mismo me daba atender un problema sanitario en la Alcaldía que un problema de Ayuntamiento en la consulta: Estaba a disposición del pueblo. Era agotador, pero me encantaba hacerlo. Incluso tenía que atender yo solo a la vecina población de Moriles cuando faltaba el titular de allí.
Puede que lo que vaya a decir a continuación esté sesgado en el sentido de que soy un “todo terreno” y soy muy drástico a la hora de trabajar.
Después de esta introducción, que creo necesario hacer, diré de entrada, que estoy de acuerdo en que el Médico de Familia viva en el lugar donde trabaja. Pero no todos son de mi opinión. El estar de servicio las 24 horas del día y los 365 dias del año al pie del cañón no lo aguanta todo el mundo, y menos en los tiempos que corren, en los que hemos llegado a la “barra libre” en lo que afecta a la Sanidad. En la actualidad, trabajando 7 horas al día (de 8 a 15 horas), y soy de los que cumplen a rajatabla el horario, estoy mucho más estresado que cuando estaba disponible las 24 horas, cuando estuve en Monturque. A pesar de ello, entonces disfruté de mayor tranquilidad. Aquellos tiempos no son los de ahora. La manera de entender la salud y el acceso al Sistema Sanitario, la bajada en el umbral de tolerancia al sufrimiento, la accesibilidad mal entendida, la falta de solidaridad con el cuidado de la economía de nuestro País, la gratuidad de todo para todos ("barra libre") hacen que los trabajadores y profesionales del Sistema Publico de Salud estemos sometidos a un estrés insoportable que por ahora no está siendo notado por la población, gracias a la inmensa profesionalidad de la mayoría, pero a punto de estallar en cualquier momento, creando una grave crisis.
La Reforma Sanitaria de la Atención Primaria supuso un enorme avance en todos los sentidos. Los españoles tenemos que estar orgullosos de ella, y en especial los andaluces, ya que fuimos punta de lanza en la misma. Supuso una mejora para los ciudadanos, para los trabajadores, para los profesionales, para los más necesitados, para los más débiles, etc. Se universalizó la asistencia. Nadie que viviera en nuestro País dejaría de ser atendido por la Sanidad Pública. Se crearon muchas plazas de médicos y enfermeras, se incluyó a los trabajadores sociales en los Equipos Básicos de Atención Primaria (EBAP), se mejoró y acercó la Salud Mental, se disminuyó la ratio pacientes/médico, se amplió el horario de trabajo y de atención a los enfermos, se amplió la atención a la comunidad, se mejoró notablemente la atención a las urgencias, etc, etc. Precisamente ese, el de las URGENCIAS, es el tema de este foro. Esta mejora supuso una gran inversión en instalaciones, equipamiento, personal, vehículos, etc. El único punto en contra era que algunas poblaciones se quedaban sin médico las 24 horas, como ocurrió con Monturque.
Pero pensemos tranquilamente: ¿Cómo compaginar en todas las poblaciones de Andalucía (o de España) una atención urgente de calidad, con la finitud de la economía del Sistema Sanitario, con la finitud del número de profesionales y también con el derecho al descanso de estos, como trabajadores que son? RACIONALIZANDO Y CON SENTIDO COMÚN. Repito, que en contra de una gran mayoría de mis compañeros, soy de la opinión de que el médico debe residir en la población cuyo cuidado de salud tiene encomendado. Pero esto no es posible: no hay economía ni profesionales que puedan soportarlo. Por lo tanto lo que se hizo fue crear puntos de atención continuada donde atender las urgencias, con la condición de que no transcurriesen más de 15-20 minutos desde el momento en que se llama al 061 o al 112 y la llegada del equipo de urgencias. Si miramos atrás, a los tiempos en los que el médico vivía en el pueblo, este no estaba siempre en el consultorio, ya que estaba localizado, y podía estar en cualquier parte del término municipal. Por lo tanto había que ir a buscarlo, darle el aviso, este iba al domicilio del paciente, lo atendía y luego había que ir a la farmacia por las medicinas que le había prescrito. Luego, si había que inyectar alguna medicación, había que buscar al Practicante (ATS o enfermero) que también estaba localizado en cualquier parte del término municipal, llamarlo y que acudiera al domicilio. En aquellos tiempos, en una atención urgente se empleaba más de una hora siempre. Por supuesto si había que trasladar al paciente al Hospital, habría que llamar la ambulancia,... Con el nuevo sistema con una llamada telefónica consigues que acudan al domicilio en diez o quince minutos un equipo formado por médico, enfermera y ambulancia con conductor que a la par es técnico sanitario y solucionan el problema autónomamente, sin necesidad de acudir a farmacia, y si es necesario trasladar al paciente lo hacen de inmediato.
Todo lo anterior puede tener muchas objeciones, y podríamos estar debatiendo mucho tiempo. Estas objeciones se pueden basar en casos concretos en los que se pasa muy mal mientras llega el equipo. Pero también se pasaba mal en los tiempos de espera mientras llegaba el médico a quien no se había podido localizar en su casa o en la consulta porque estaba fuera, bien haciendo un aviso, bien en alguna otra parte del pueblo.
A pesar de ello, no hay que resignarse. Hay que exigir que las urgencias se atiendan en condiciones, con unos parámetros de calidad y eficiencia elevados, con un buen equipamiento técnico, buena formación de quienes las atienden, suficiente número de vehículos y sobre todo suficientes equipos de profesionales, para que dado el caso de necesidad cuando se llame al 061 o al 112 solicitando atención por una emergencia, nunca contesten que el equipo está ocupado en otra urgencia y que tardará en llegar.