martes, 5 de enero de 2016

Artículo de Médicos y Pacientes

Organizaciones de pacientes proponen que el modelo sanitario sea clave en las negociaciones para formar nuevo Gobierno



La Plataforma de Organizaciones de Pacientes, que aglutina a 26 entidades de afectados por enfermedades crónicas, critica que la sanidad está "desaparecida" en las negociaciones para la formación de un nuevo Gobierno y proponen que sea clave el debate sobre el modelo de atención sanitaria en España. Asimismo propone que el nuevo Gobierno garantice el derecho de todos los pacientes a ser atendidos en igualdad de condiciones en cualquier territorio
Madrid 04/01/2016 medicosypacientes.com/ E.P.
Representantes de organizaciones de pacientes
La Plataforma de Organizaciones de Pacientes, que aglutina a 26 entidades de afectados por enfermedades crónicas, critica que la sanidad está "desaparecida" en las negociaciones para la formación de un nuevo Gobierno y proponen que sea clave el debate sobre el modelo de atención sanitaria en España.  
 
Uno de los puntos necesarios en sanidad, según esta entidad, es un Plan de Estado que garantice el acceso a los tratamientos innovadores de última generación y cuente con un fondo presupuestario para hacer frente a esta demanda, ya que así se podrían "paralizar e incluso curar enfermedades que hasta ahora eran incurables".
 
La Plataforma también propone que el nuevo Gobierno garantice el derecho de todos los pacientes a ser atendidos en igualdad de condiciones en cualquier territorio, evitando los retrasos y trabas burocráticas en la atención en caso de derivaciones o desplazamientos; así como la dispensación de medicamentos en todo el territorio nacional sin distinguir la comunidad autónoma de origen.
 
Además, defiende la Plataforma en un comunicado, el nuevo Gobierno debe ser consciente de la necesidad de la creación de mecanismos de participación oficial de los pacientes en el Sistema Nacional de Salud (SNS), modificando la normativa actual para que se extienda a todos los niveles administrativos (estatal, autonómico y local) y contemple su participación en la toma de decisiones.
 
Por último, la hoja de ruta de los pacientes para la nueva legislatura también incluye como prioridad eliminar las diferencias territoriales en la asistencia sanitaria y en el acceso a los tratamientos y medicamentos.
 
"Representamos a pacientes con distintas enfermedades y síntomas cronificados, pero con un objetivo común: defender la mejor atención posible para tener una calidad de vida digna", ha defendido Tomás Castillo, presidente de la Plataforma.

COMPRAR, TIRAR, COMPRAR

lunes, 4 de enero de 2016

Adjudicadas obras en carreteras de Fuente Palmera y Luque. Noticia de Diario Cordoba

Adjudicadas obras en carreteras de Fuente Palmera y Luque

Aviso a navegantes

(Artículo de Almudena Grandes en el diario EL PAIS)

"Ah, si de joven yo hubiera sabido que iba a envejecer y que me iba a morir, creo que hubiera vivido de otra manera".


Esto es una advertencia: ayer mismo me acosté teniendo 16 años y hoy me he despertado con más de sesenta. Quiero decir que la vida vuela. Ah, si de joven yo hubiera sabido que iba a envejecer y que me iba a morir, creo que hubiera vivido de otra manera. Lo que acabo de decir es una boutade, lo sé; pero, al mismo tiempo, es cierto que, con los años, llegas a un territorio, el de la vejez y la Parca merodeante, que antes nunca habías visto con verdadera claridad. Y entonces te dices: ah, cuánto tiempo perdido. Y no porque mi existencia me desagrade, al contrario, creo que ha sido y es muy intensa y que he hecho todo cuanto he querido hacer. Pero con qué nervios, de qué forma tan atormentada o tan aturullada, cuántas veces he vivido con el cuerpo aquí y la cabeza en otra parte. Por no hablar de la cantidad de tiempo y de energía perdidos en tonterías, como, por ejemplo, en creerme fea a los 18 años (cuando estaba más guapa que nunca), o en reconcomerme de angustia temiendo no estar a la altura en algún trabajo. Por eso, repito: si yo hubiera sabido que iba a envejecer y que me iba a morir, hubiera vivido de otra manera.
Todo esto viene al hilo, claro está, del cambio de año. Esto del calendario no es más que una convención, pero cómo remueve y cómo escuece. En estas fechas es imposible no dedicar siquiera un minuto a sentir el viento del tiempo contra la cara, a revisar someramente el pasado, a preguntarte sobre tu futuro. Acabo de leer un libro extraordinario que viene bien para acompañar estas congojas. Se trata de Instrumental: memorias de música, medicina y locura, de James Rhodes (Blackie Books). El británico Rhodes tiene una biografía totalmente improbable. Por ejemplo, es pianista, un buen concertista. Sin embargo, empezó a estudiar piano mal y tarde, y luego lo dejó por completo durante 10 años hasta retomar la música en sus veintimuchos. No creo que haya habido en el mundo un caso así. Si abandonas un instrumento de ese modo, simplemente no es posible ser un músico de esa calidad. Pero él lo es. He aquí su primer milagro.
Tiene varios más, algunos espeluznantes. El libro de Rhodes cuenta con una crudeza que yo no había visto la experiencia de una víctima de pedofilia. A los seis años recién cumplidos, James fue violado por su profesor de boxeo del colegio. Y el tipejo lo siguió haciendo durante cinco años impune y sistemáticamente, hasta que Rhodes cambió de escuela. El niño, amenazado por el pedófilo, avergonzado y amedrentado, no dijo nunca nada a nadie; pero otros profesores lo veían llorar, lo veían salir con las piernas sangrando del despacho del monstruo y no hicieron nada. El libro de Rhodes es un grito indignado a esa pasividad tan común ante los abusos infantiles. Como las pequeñas víctimas no se atreven a denunciar, es muy cómodo ignorar un horror que se queda escondido, como los malvados ogros de los cuentos, en los cuartos oscuros y en las pesadillas de los niños. Y otra enseñanza más de este tremendo libro: las violaciones dejan secuelas. En primer lugar, graves secuelas físicas, porque es una brutalización continuada de un cuerpo muy pequeño (el músico tuvo que ser operado varias veces); y, por supuesto, una catarata de catástrofes psíquicas. Prostitución en la adolescencia, un año de internamiento en un psiquiátrico, tres intentos de suicidio, cortes autoinfligidos con una cuchilla, drogas, furia y dolor. Y este es el segundo milagro: ha sobrevivido a todo eso.
Pero aún queda por contar un cuarto milagro. Aunque la existencia de Rhodes parece larguísima y convulsa, sólo tiene 40 años. Guau, eso es vivir deprisa. Como decía Lou Reed: mi día equivale a tu año. Pues bien, al final el autor apuesta por su segunda esposa, Hattie, y se atreve a dar unos consejos para el bien amar. Antes, al leer el libro, Rhodes me había parecido un hombre conmovedor y admirable, pero también furioso y herido, demasiado intenso como para tenerlo muy cerca. Pero en estas páginas finales habla de la convivencia con tan modesta, honda sabiduría que me ha dejado admirada. Como, por ejemplo: “Lo que más deteriora una relación es tratar de salir ganando”. Pequeña gran verdad. Hace falta vivir mucho y pensar mucho para llegar a tan poco. O sea, que se puede aprender, aunque vengas con las heridas más crueles. Se puede recomenzar una y otra vez. Aviso a navegantes para sortear los escollos de este año: recordemos que, como prueba Rhodes, siempre hay futuro. Nunca seremos tan jóvenes como hoy y la vida se conquista día a día.

domingo, 3 de enero de 2016

Las interminables 32 horas de guardia MIR

UNA PRÁCTICA CADA VEZ MÁS COMÚN EN LOS CENTROS DE SALUD
Las ‘interminables’ 32 horas de guardia MIR
La problemática ya había sido denunciada en 2007, pero sigue siendo una práctica sin erradicar
Domingo, 03 de enero de 2016, a las 12:39
José A. Puglisi. Madrid
Unas 32 horas de trabajo ininterrumpido. Esa es la jornada laboral a la que se enfrentan los residentes y que, cada vez más, se adopta como una práctica común entre todos los profesionales que están cursando su especialización. Sin embargo, Mónica Terán, vocal de vocal de Médicos en Formación y Residentes de la Organización Médica Colegial (OMC) destaca que se trata de “una violación al Real Decreto 1146/2006, del 6 de octubre, que regula la relación laboral especial de residencia para la formación de especialistas en Ciencias de la Salud, y donde se establecerse que un residente, tras una jornada de 24 horas continuas de trabajo, debe tener un descanso obligatorio.

El vicepresidente del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), Leonardo Caveda; y la vocal de vocal de Médicos en Formación y Residentes de la OMC, Mónica Terán.
“Aunque la aplicación del Real Decreto ha ayudado a minimizar esta práctica, también es verdad que aún existen centros de salud que mantienen las guardias de 32 horas, con la excusa de que ayudará a la formación de los residentes”, apunta Terán, quien agrega que “muchos jóvenes profesionales acceden a realizar estas guardias por miedo a ser penalizados”.

Un residente que ha preferido no revelar su nombre apunta que “es normal que entremos en la mañana a nuestra jornada laboral y, una vez culminada, empezamos con la guardia que debe lugar hasta la mañana siguiente. Lo establecido es que, una vez terminada esa guardia, podamos irnos a nuestras casas, pero no siempre es así”. En este sentido, tras pasar la noche trabajando, debe reponer sus fuerzas y asumir las obligaciones que tiene al día siguiente, como cualquier otro médico.

“Las unidades no siempre toman en cuenta las guardias, por lo que es posible que tengas que entrar en la mañana a tus obligaciones de departamento, pero, a diferencia de tus compañeros, con muchas horas de sueño sacrificadas”, explica este residente del cuarto año.

(Artículo de Redacción Médica)
Las guardias de 32 horas, que conllevan a una reducción del rendimiento del residente y un aumento de las posibilidades de que cometa un error, no toma en consideración otros aspectos personales. “No todos los residentes viven cerca del hospital, por lo que, tras casi dos días sin dormir, deben tomar el coche y dirigirse hasta sus hogares y, en algunos casos, hasta otras comunidades autónomas”, explica el residente.

El vicepresidente del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), Leonardo Caveda, ha recordado que “es necesario velar y garantizar los derechos laborales de todos los profesionales sanitarios, incluidos los residentes”. De esta manera, considera que una guardia de 32 horas “afecta al residente desde una perspectiva humana, por las condiciones en las que termina esas guardias, y académicas, siendo más el agotamiento que los aprendizajes”.

La queja de los residentes no es nueva. En marzo de 2007, se celebró una manifestación en contra de las abultadas horas destinadas por los MIR a las guardias, por lo que pedían una modificación de las condiciones laborales para impedir, legalmente, la posibilidad de sumar 32 horas de trabajo ininterrumpido. Para la fecha, la ministra de Sanidad era la socialista Elena Salgado, quien no anunció la implantación de medidas específicas a raíz del descontento de los médicos más jóvenes.

ENLACE RELACIONADO:

Primera ‘revuelta’ MIR por el número de guardias (19/11/2015)Mercado negro de guardias MIR (08/11/2015)