domingo, 19 de agosto de 2007

Exodo de Médicos Españoles vs Entrada de Médicos Extranjeros

MÉDICOS EXTRANJEROS

Bernabé Galán Sánchez
Doctor en Medicina. Médico de Familia.

Respecto al éxodo de Médicos españoles y en especial andaluces al extranjero o a otras Comunidades Autónomas, sospecho que ni el Presidente de la Junta de Andalucía, ni la Consejera, ni el Presidente del Gobierno, ni el Ministro de Sanidad, conocen del todo qué es lo que está ocurriendo. Porque si lo conocieran no me explico cómo no están cesando a los culpables, que los hay. ¿Les informan bien? ¿Les presentan las verdaderas cuentas? ¿Conocen los métodos correctos para dar una información veraz del gasto sanitario global? ¿Conocen la incidencia que supone el hecho de perder médicos españoles que huyen a otros sitios? ¿Conocen el perjuicio de contratar médicos extranjeros que desconocen nuestro idioma, nuestras expresiones, nuestros giros, nuestra idiosincrasia? No me creo que estén contratando intérpretes para poder traducir anamnesis, síntomas, “retransmitir” la exploración, traducir el pronóstico e intervenir en el tratamiento.
Es difícil en muchas ocasiones, para médicos que llevamos más de treinta años de ejercicio profesional, entender lo que nos dice o nos quiere decir un paciente. Generalmente suele ser más difícil conforme más grave es su padecimiento o peligre su vida, por problemas orgánicos y/o psiquiátricos.
¿Se ha valorado el coste de la formación de un médico español? Ese coste es soportado por el Estado, que se gasta sus dineros para tener unos profesionales bien formados que respondan de la salud de sus ciudadanos una vez terminado el periodo de formación. Es un dinero perdido en muchos casos. El hecho de unas condiciones laborales y retributivas lamentables hace que los recién acabados y los no tanto emigren a otros sitios donde con mucho menos trabajo y presión asistencial y administrativa obtienen unos sueldos dignos, que duplican y triplican los de los más veteranos en España.
En resumen: Se forman profesionales españoles, en España, y tenemos un déficit enorme de ellos en nuestro País, no porque se formen pocos sino porque emigran a otros países en busca de mejores condiciones laborables y retributivas. Mientras tanto, o se contratan extranjeros, con una formación no acreditada, a quienes se les paga mal (como al resto del personal) pero se les pone intérpretes, a quienes también se les paga (no sé si bien o muy bien) para que intervengan en el acto médico. Ya no es relación médico-paciente de lo que hay que hablar cuando tratamos de comunicación en salud y enfermedad. Ahora comenzaremos a hablar y a hacer estudios de investigación sobre la relación médico-intérprete-paciente y su influencia en la vida de las personas.
¿Será posible que esto que he escrito llegue a los oídos de quienes tiene que llegar, y busquemos soluciones para mejorar esta situación?