Estos pequeños seres microscópicos (miden menos de medio milímetro), son muy abundantes y se presentan en una amplia variedad de especies, algunas de las cuales se encuentran en nuestras casas causando la alergia al polvo en muchas personas, que como hemos dicho antes, son especialmente sensibles.
Podemos encontrar ácaros en todos los tejidos, sobre todo en colchones, almohadas, cortinas, alfombras y tapicerías. Por lo tanto, toda actuación sobre estos elementos del hogar, beneficiará nuestra salud.
Pero, ¿qué podemos hacer?:
* Ventilar la casa diariamente.
* Procurar que no haya humedad dentro de la vivienda. Para ello es importantísimo que las casas se encuentren bien aisladas, enlucidas y encaladas.
* Evitar la presencia en las casas de animales con pelo o plumas.
* Lavar las sábanas semanalmente con agua caliente a 60º.
* Evitar todo aquello que pueda acumular el polvo (moquetas, alfombras, tapices, cortinas gruesas, etc.)
* Ayudarse siempre de un paño húmedo para quitar el polvo.
* Pasar un aspirador potente por muebles y colchones. Este aspirador deberá ir provisto de unos filtros adecuados.
* Puede tener utilidad el colocar fundas especiales en colchones y almohadas.
* Los colchones nunca deben ser de lana, plumas o miraguano, sino por el contrario, es aconsejable que sean de material acrílico (poliuretano), y por supuesto deben ser duros, para prevenir padecimientos de espalda.
* Por último es recomendable utilizar un acaricida periódicamente con objeto de reducir el nivel de ácaros en el hogar.
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