Dejo a continuación enlaces donde se puede leer lo que entonces publicamos, y a continuación un artículo escrito entonces que igualmente tiene vigencia.
https://es.scribd.com/document/13498499/I-Foro-AP-Redaccion-Medica
https://bernabegalan.blogspot.com/2008/05/conclusiones-i-foro-atencion-primaria.html

I FORO ATENCIÓN PRIMARIA
Dr. Bernabé Galán
En este Primer Foro de Atención Primaria, en el que debatiremos el
"tiempo por consulta", trataremos desde distintos puntos de
vista la situación en la que se encuentra la Atención Primaria
española: Profesional, Sindical, Formativo y Ético. Esperamos
alcanzar un consenso y unas conclusiones que difundir a la población
en general y a la Administración en particular.
El tiempo que debemos emplear los médicos en consulta es un tema muy
debatido y siempre en boga: los médicos queremos emplear el tiempo
necesario con cada paciente para atenderlo dignamente.
La Administración dice que con el tiempo que tenemos en la
actualidad hay más que suficiente, ya que la mayoría de los actos
son consultas administrativas. Esto es muy discutible: Hay datos
objetivos claros (que se pueden sacar del programa Diraya de
cualquier médico de Atención Primaria): Nos están dando citas cada
5 minutos de 8 de la mañana a 13.30, y cada minuto a partir de las
13.30 horas. Además, cuando hay que cubrir la ausencia de un
compañero hay que intercalar sus pacientes entre los nuestros, por
lo que la media se disminuye a 3 minutos. Aún contando con que las
consultas administrativas se pueden "despachar" en dos
minutos (esto sería sin estar el paciente delante, ya que existen
los "pos ya ques") el tiempo que queda para atender las
patologías y revisiones no es suficiente; hay que ir de prisa, no se
puede actuar con convicción, no se pueden hacer
recomendaciones, ni educación sanitaria, ni reestructuración de
tratamientos, etc.
Todo ello conlleva, además de una carga para la conciencia del
médico que no considera ético lo que está haciendo, un gasto
farmacéutico mayor al tener que complacer con medicamentos lo que no
se puede con la convicción y las explicaciones, y también una
exposición de la salud de las personas al ser posibles mayor número
de equivocaciones de los profesionales.
Este estado de intranquilidad y de sobrecarga asistencial lleva a los
profesionales poco a poco, día a dia, a sentirse más quemados,
menos integrados en la empresa y a ir haciéndose más pasotas. El
hecho de no haber participado en la elaboración de los objetivos de
los Distritos de Atención Primaria, se suma a este pasotismo y
aumenta la desviación en la consecución de los objetivos, que no
son asumidos como propios.
La carga burocrática añadida, no solo en la consulta sino fuera de
ella, buscando unos indicadores dictados desde estancias superiores,
sin saber con qué objeto los piden, también hace hervir la sangre
de los profesionales. Sobre todo cuando ven que se da más
importancia en cubrir una plaza de auxiliar administrativo en los
distritos sanitarios o crear nuevas, que atender una sustitución de
un médico que falta, o incluso ampliar la plantilla de
administrativos del centro de salud para ayudar en tareas
burocráticas a los facultativos.
Por ahora, como hay oferta de sobre de trabajo, quien se quema o a
quien no le gusta el trabajo emigra a otras regiones españolas o al
extranjero, donde encuentra mejor ambiente laboral y profesional. Por
ahora, con creciente dificultad, se van llenando esos huecos dejados
por los que huyen. Pero qué pasará dentro de unos años (muy pocos)
cuando se jubile un grueso contingente de médicos que están ahora
en los 55-60 años, y cuando no salgan todos los especialistas de
Familia que son necesarios (este año han quedado más de trescientas
plazas sin cubrir, para empezar el MIR de Familia, lo que supone que
dentro de 4 años, saldrán trescientos y pico Médicos de Familia
menos, una vez terminado su periodo formativo).
En resumen, y ahí está el peligro, cada vez quedamos menos médicos
a pie de obra, con menos tiempo para dar respuesta a lo que se nos
requiere, a la par que aumenta la exigencia de la población para una
atención inmediata y para causas banales. Esto hace que aumenten las
“huidas”. Menos mal que al menos los médicos que están en
puestos de gestión no se van a ir, y en un futuro van a tener la
oportunidad de poder trabajar, al fin, delante de enfermos y
enterarse lo que es el día a día de la atención a los pacientes.
La punta del iceberg que destrozará el barco de la Atención
Primaria lleva mucho tiempo asomando y viéndose venir de lejos, y si
continúan las cosas como van, el iceberg asomará de pronto sin
posibilidad de salvar el barco ni reflotarlo.
La última Encuesta Nacional de Salud nos presenta grandes cambios
respecto a las anteriores. Uno de ellos es que nos hace ver que en 20
años se ha doblado el uso de la URGENCIAS HOSPITALARIAS. ¿Cómo se
ha llegado a este punto, si precisamente la Reforma de la Atención
Primaria una de las cosas que pretendía era precisamente lo
contrario?: Que el 90 y tantos por cien de los problemas urgentes se
resolvieran en los Centros de Salud. FALTA DE INVERSION PERSISTENTE.
Los centros hospitalarios, y especialmente la puerta de urgencias de
los mismos, se ha convertido el la VERDADERA PUERTA DE ENTRADA DEL
SISTEMA SANITARIO, quitándole el sitio a la ATENCIÓN PRIMARIA, QUE
PARA ESO FUE REFORMADA.
¿Tan mal está la Atención Primaria que este año se han quedado
trescientas y pico plazas de MIR de Familia desiertas, sin escoger
para formación?
Se incide exageradamente en el gasto farmacéutico como responsable
de los males del Sistema. Quienes trabajamos a pie de obra sabemos
mucho de esto, y conocemos los resquicios y grietas por donde se
escapa el gasto: son muchas las ocasiones al día en las que nos
damos cuenta que teniendo tiempo en la consulta se ahorraría mucho
dinero en farmacia: bien eliminando un medicamento, bien postponiendo
su toma, bien negándonos a recetarlo convenciendo al paciente, bien
explicando a este que su uso abusivo es perjudicial, y un largo etc.
Si cada día fuésemos sumando, cuando sale cada paciente, lo que se
podría haber ahorrado con cada uno, de haber tenido tiempo para
atenderlo dignamente, saldría un montante suficiente para haber
contratado varios médicos ese día que ayudaran a cada médico en el
Centro de Salud. Después de meditar sobre este tema, propongo que se
deje de hablar de USO RACIONAL DE MEDICAMENTO y se comience a hablar
de RACIONALIZACIÓN DEL TIEMPO DE CONSULTA o del USO RACIONAL DEL
TIEMPO DE CONSULTA.
El envejecimiento de la población, el aumento de exigencias por
parte de los pacientes, la inmediatez en la atención, todo ello
contaminado por los medios de comunicación que, con mayor
frecuencia, y a falta de noticias ofrecen diariamente “los logros”
de la medicina hospitalaria, “que ha salvado UNA VIDA” con un
coste de no sé cuantos millones, dando esperanzas a la población y
ofertando “curación para todo”, hace que las personas se
angustien cada vez más ante la enfermedad, tengan muy bajo su nivel
de tolerancia, lo que les lleva a acudir a urgencias por cualquier
proceso banal. Como no hay lista de espera en Atención Primaria, no
se les da la oportunidad a esos organismos a poner en marcha su
sistema inmune y curarse solos la mayoría de los casos, sino que
acuden inmediatamente al Centro de Salud a última hora (a las citas
del minuto), y como el médico además de encontrarse agobiado a esas
horas por el retraso que lleva no tiene tiempo de explicar y
convencer, termina por prescribir algo para no ser agredido por el
paciente.
La principal misión de un empresario es la de ilusionar a sus
trabajadores y tenerlos motivados, si quiere que la empresa marche
bien. Haya un tema amplio que habría que debatir, entre empleadores
y empleados, que es el de las IMPLICACIONES ETICAS DE LOS
EMPLEADORES. Siempre estamos hablando de Ética de los trabajadores y
nunca de Ética en los patronos.
El tiempo de consulta debe ser suficientemente amplio para hablar y
escuchar. No debe haber tensión ni prisas. La palabra del médico
debe ser la justa, para llenar el vacío del paciente. La información
es vital en el éxito del acto médico.
En ese tiempo del que no disponemos deben incluirse aspectos
sociales, religiosos, costumbres, hábitos, raza, etc. Cada vez más
frecuentes y más presentes en nuestras consultas, con la
incorporación de los inmigrantes a nuestros cupos.
Cuando casi no nos queda tiempo de hablar, hay que pensar en la
exploración y en la prescripción. Es mejor ver que mirar, escuchar
que oir y tocar que sentir. Y de la prescripción ya hemos dicho…
Para una consulta eficiente hay que tener en cuenta la singularidad,
la personalización y un tiempo adecuado. Todos estos factores son
fundamentales para mantener una buena relación médico-paciente,
basada en la humanización y en la confianza mutua. Todo lo
contrario, como viene ocurriendo, muy a pesar nuestro, aparentemente
pueden llevar a una falsa reducción de costos, pero generan otros
que no son susceptibles de ser cuantificados, pero que existen, y
todos los que trabajamos a pie de obra conocemos, y me atrevería a
decir que conocemos la fórmula, que nuestros gestores no encuentran,
para calcularlos.
Si no tenemos tiempo para atender a personas, descuidándonos incluso
nosotros mismos, ¿qué decir de nuestra Formación, qué decir de la
cumplimentación correcta de la Historia clínica, qué decir de la
participación en prevención, educación sanitaria, investigación,
docencia, y qué decir de la segunda parte de nuestra especialidad,
esto es la Atención a la Familia y a la Comunidad?