martes, 30 de julio de 2019

Decíamos ayer... (Hace 11 años volvíamos a decir y ahora seguimos volviendo a decir)

En el mes de Mayo de 2008, siendo Presidente del Iltre. Colegio Oficial de Médicos de la Provincia de Córdoba, D. Serafín Romero Agüit, actual Presidente de la OMC, se organizó en Córdoba, por parte de la Vocalía de Atención Primaria de nuestro Colegio, liderada entonces por la actual vicepresidenta 1ª del COMCORDOBA, Dra. Carmen Arias Blanco,  el I FORO DE LA ATENCIÓN PRIMARIA, en el que participaron numerosos Médicos de Familia y líderes de distintas disciplinas y especialidades así como en Gestión, Etica, Deontología, etc. Tuve la suerte de ser el relator de dicho foro y por aquel entonces, transcribí en este mismo blog las conclusiones a las que llegamos, que releyéndolas, hoy día, tienen la misma vigencia que entonces. Ya por aquel tiempo, nos quejábamos de que llevamos años reivindicando lo que en el Foro discutimos. Es lamentable que en tanto tiempo no se haya hecho nada, aunque ahora tenemos esperanza y estamos viendo movimientos en el sentido de hacer algo. Los temas fundamentales: la Atención Primaria de Salud y el tiempo por consulta.
Dejo a continuación enlaces donde se puede leer lo que entonces publicamos, y a continuación un artículo escrito entonces que igualmente tiene vigencia.

https://es.scribd.com/document/13498499/I-Foro-AP-Redaccion-Medica

https://bernabegalan.blogspot.com/2008/05/conclusiones-i-foro-atencion-primaria.html




I FORO ATENCIÓN PRIMARIA
Dr. Bernabé Galán

En este Primer Foro de Atención Primaria, en el que debatiremos el "tiempo por consulta", trataremos desde distintos puntos de vista la situación en la que se encuentra la Atención Primaria española: Profesional, Sindical, Formativo y Ético. Esperamos alcanzar un consenso y unas conclusiones que difundir a la población en general y a la Administración en particular.
El tiempo que debemos emplear los médicos en consulta es un tema muy debatido y siempre en boga: los médicos queremos emplear el tiempo necesario con cada paciente para atenderlo dignamente.
La Administración dice que con el tiempo que tenemos en  la actualidad hay más que suficiente, ya que la mayoría de los actos son consultas administrativas. Esto es muy discutible: Hay datos objetivos claros (que se pueden sacar del programa Diraya de cualquier médico de Atención Primaria): Nos están dando citas cada 5 minutos de 8 de la mañana a 13.30, y cada minuto a partir de las 13.30 horas. Además, cuando hay que cubrir la ausencia de un compañero hay que intercalar sus pacientes entre los nuestros, por lo que la media se disminuye a 3 minutos. Aún contando con que las consultas administrativas se pueden "despachar" en dos minutos (esto sería sin estar el paciente delante, ya que existen los "pos ya ques") el tiempo que queda para atender las patologías y revisiones no es suficiente; hay que ir de prisa, no se puede actuar con convicción,  no se pueden hacer recomendaciones, ni educación sanitaria, ni reestructuración de tratamientos, etc.
Todo ello conlleva, además de una carga para la conciencia del médico que no considera ético lo que está haciendo, un gasto farmacéutico mayor al tener que complacer con medicamentos lo que no se puede con la convicción y las explicaciones, y también una exposición de la salud de las personas al ser posibles mayor número de equivocaciones de los profesionales.
Este estado de intranquilidad y de sobrecarga asistencial lleva a los profesionales poco a poco, día a dia, a sentirse más quemados, menos integrados en la empresa y a ir haciéndose más pasotas. El hecho de no haber participado en la elaboración de los objetivos de los Distritos de Atención Primaria, se suma a este pasotismo y aumenta la desviación en la consecución de los objetivos, que no son asumidos como propios.
La carga burocrática añadida, no solo en la consulta sino fuera de ella, buscando unos indicadores dictados desde estancias superiores, sin saber con qué objeto los piden, también hace hervir la sangre de los profesionales. Sobre todo cuando ven que se da más importancia en cubrir una plaza de auxiliar administrativo en los distritos sanitarios o crear nuevas, que atender una sustitución de un médico que falta, o incluso ampliar la plantilla de administrativos del centro de salud para ayudar en tareas burocráticas a los facultativos.
Por ahora, como hay oferta de sobre de trabajo, quien se quema o a quien no le gusta el trabajo emigra a otras regiones españolas o al extranjero, donde encuentra mejor ambiente laboral y profesional. Por ahora, con creciente dificultad, se van llenando esos huecos dejados por los que huyen. Pero qué pasará dentro de unos años (muy pocos) cuando se jubile un grueso contingente de médicos que están ahora en los 55-60 años, y cuando no salgan todos los especialistas de Familia que son necesarios (este año han quedado más de trescientas plazas sin cubrir, para empezar el MIR de Familia, lo que supone que dentro de 4 años, saldrán trescientos y pico Médicos de Familia menos, una vez terminado su periodo formativo).
En resumen, y ahí está el peligro, cada vez quedamos menos médicos a pie de obra, con menos tiempo para dar respuesta a lo que se nos requiere, a la par que aumenta la exigencia de la población para una atención inmediata y para causas banales. Esto hace que aumenten las “huidas”. Menos mal que al menos los médicos que están en puestos de gestión no se van a ir, y en un futuro van a tener la oportunidad de poder trabajar, al fin, delante de enfermos y enterarse lo que es el día a día de la atención a los pacientes.
La punta del iceberg que destrozará el barco de la Atención Primaria lleva mucho tiempo asomando y viéndose venir de lejos, y si continúan las cosas como van, el iceberg asomará de pronto sin posibilidad de salvar el barco ni reflotarlo.
La última Encuesta Nacional de Salud nos presenta grandes cambios respecto a las anteriores. Uno de ellos es que nos hace ver que en 20 años se ha doblado el uso de la URGENCIAS HOSPITALARIAS. ¿Cómo se ha llegado a este punto, si precisamente la Reforma de la Atención Primaria una de las cosas que pretendía era precisamente lo contrario?: Que el 90 y tantos por cien de los problemas urgentes se resolvieran en los Centros de Salud. FALTA DE INVERSION PERSISTENTE. Los centros hospitalarios, y especialmente la puerta de urgencias de los mismos, se ha convertido el la VERDADERA PUERTA DE ENTRADA DEL SISTEMA SANITARIO, quitándole el sitio a la ATENCIÓN PRIMARIA, QUE PARA ESO FUE REFORMADA.
¿Tan mal está la Atención Primaria que este año se han quedado trescientas y pico plazas de MIR de Familia desiertas, sin escoger para formación?
Se incide exageradamente en el gasto farmacéutico como responsable de los males del Sistema. Quienes trabajamos a pie de obra sabemos mucho de esto, y conocemos los resquicios y grietas por donde se escapa el gasto: son muchas las ocasiones al día en las que nos damos cuenta que teniendo tiempo en la consulta se ahorraría mucho dinero en farmacia: bien eliminando un medicamento, bien postponiendo su toma, bien negándonos a recetarlo convenciendo al paciente, bien explicando a este que su uso abusivo es perjudicial, y un largo etc. Si cada día fuésemos sumando, cuando sale cada paciente, lo que se podría haber ahorrado con cada uno, de haber tenido tiempo para atenderlo dignamente, saldría un montante suficiente para haber contratado varios médicos ese día que ayudaran a cada médico en el Centro de Salud. Después de meditar sobre este tema, propongo que se deje de hablar de USO RACIONAL DE MEDICAMENTO y se comience a hablar de RACIONALIZACIÓN DEL TIEMPO DE CONSULTA o del USO RACIONAL DEL TIEMPO DE CONSULTA.
El envejecimiento de la población, el aumento de exigencias por parte de los pacientes, la inmediatez en la atención, todo ello contaminado por los medios de comunicación que, con mayor frecuencia, y a falta de noticias ofrecen diariamente “los logros” de la medicina hospitalaria, “que ha salvado UNA VIDA” con un coste de no sé cuantos millones, dando esperanzas a la población y ofertando “curación para todo”, hace que las personas se angustien cada vez más ante la enfermedad, tengan muy bajo su nivel de tolerancia, lo que les lleva a acudir a urgencias por cualquier proceso banal. Como no hay lista de espera en Atención Primaria, no se les da la oportunidad a esos organismos a poner en marcha su sistema inmune y curarse solos la mayoría de los casos, sino que acuden inmediatamente al Centro de Salud a última hora (a las citas del minuto), y como el médico además de encontrarse agobiado a esas horas por el retraso que lleva no tiene tiempo de explicar y convencer, termina por prescribir algo para no ser agredido por el paciente.
La principal misión de un empresario es la de ilusionar a sus trabajadores y tenerlos motivados, si quiere que la empresa marche bien. Haya un tema amplio que habría que debatir, entre empleadores y empleados, que es el de las IMPLICACIONES ETICAS DE LOS EMPLEADORES. Siempre estamos hablando de Ética de los trabajadores y nunca de Ética en los patronos.
El tiempo de consulta debe ser suficientemente amplio para hablar y escuchar. No debe haber tensión ni prisas. La palabra del médico debe ser la justa, para llenar el vacío del paciente. La información es vital en el éxito del acto médico.
En ese tiempo del que no disponemos deben incluirse aspectos sociales, religiosos, costumbres, hábitos, raza, etc. Cada vez más frecuentes y más presentes en nuestras consultas, con la incorporación de los inmigrantes a nuestros cupos.
Cuando casi no nos queda tiempo de hablar, hay que pensar en la exploración y en la prescripción. Es mejor ver que mirar, escuchar que oir y tocar que sentir. Y de la prescripción ya hemos dicho…
Para una consulta eficiente hay que tener en cuenta la singularidad, la personalización y un tiempo adecuado. Todos estos factores son fundamentales para mantener una buena relación médico-paciente, basada en la humanización y en la confianza mutua. Todo lo contrario, como viene ocurriendo, muy a pesar nuestro, aparentemente pueden llevar a una falsa reducción de costos, pero generan otros que no son susceptibles de ser cuantificados, pero que existen, y todos los que trabajamos a pie de obra conocemos, y me atrevería a decir que conocemos la fórmula, que nuestros gestores no encuentran, para calcularlos.

Si no tenemos tiempo para atender a personas, descuidándonos incluso nosotros mismos, ¿qué decir de nuestra Formación, qué decir de la cumplimentación correcta de la Historia clínica, qué decir de la participación en prevención, educación sanitaria, investigación, docencia, y qué decir de la segunda parte de nuestra especialidad, esto es la Atención a la Familia y a la Comunidad?


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