Como Presidente del Colegio Oficial
de Médicos de nuestra provincia, quiero expresar el sentimiento que en estos momentos
nos embarga a los sanitarios y en nuestro caso a los médicos, estos momentos y
en especial un día después de que cayera en combate un compañero. Pena,
tristeza, rabia y muchos sentimientos más, que contenemos para no hacerlos
notar ante nuestros pacientes.
Pero a mí, como Presidente, me llena
una sensación de orgullo ante el comportamiento ejemplar de mis compañeros
sanitarios. Algo que en nuestras profesiones es inherente y que tenemos impreso
con fuego en nuestros genes, pero que cuando nos ponen a prueba lo demostramos
con creces.
Ha caído un guerrero, un soldado de a
pie, entregado a su trabajo, como siempre desde hace casi cuatro décadas, pero
ahora con más intensidad y arrojo. Hay afectados varios sanitarios más, tanto
en Córdoba como en otras provincias españolas. Ayer también falleció una
compañera de Salamanca.
Quiero manifestar públicamente en
nombre de los médicos de Córdoba, nuestro pesar, tristeza y solidaridad a su
familia, a su esposa Emilia, sus hijos Emilia y Francisco, a sus compañeros de
la 4ª promoción y a los que trabajaron junto a él en los diferentes destinos
que ocupó, Conquista, Hinojosa del Duque, Aguilar, Posadas, Fuensanta, Sector
Sur y Levante Sur. Y también agradecer las condolencias que están llegando de
toda España, entre ellas las del Presidente de la Junta de Andalucía, del
Consejero Jesús Aguirre, del Alcalde de Córdoba y de los municipios por los que
pasó haciendo bien.
A pesar de que no llegan las tan
reivindicadas medidas de protección, seguimos al pie del cañón incluso a
sabiendas que tenemos compañeros a nuestro lado que pueden estar afectados, y
algunos se han ido a casa cuando ha salido positiva la prueba. En España
tenemos, con gran diferencia, el mayor porcentaje de sanitarios afectados en
comparación con otros países. La descoordinación del Gobierno Central, la falta
de previsión y aprovisionamiento, aún a sabiendas de lo que se nos venía
encima, está pasando factura muy alta, que provisionalmente estamos pagando los
españoles y en especial los sanitarios, pero que después la cobraremos a los
culpables. Pero ahora no hay tiempo que perder pensando en esto, sino que
tenemos que emplearlo en ver cómo podemos salir de la situación día a día,
previendo las situaciones y escenarios futuros inmediatos, cada uno desde su
puesto.
Quiero reiterar tanto la felicitación
como el llamamiento a la población para que sigan cumpliendo las medidas que se
recomiendan y el confinamiento e incluso que denuncien a quiénes no lo cumplen.
Quiero así mismo expresar nuestro
enorme agradecimiento a todo el personal que apoya el cumplimiento de las
medidas: fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado, ejército, voluntarios para
asistencia social, protección civil, todo ese batallón de médicos, enfermeras,
psicólogos, estudiantes, jubilados, compañeros todos, y en especial a quienes
trabajan en UCIs y en Urgencias tanto de Atención Primaria como Hospitalaria, que
son quienes más carga emocional están soportando. En Córdoba, gracias a ello,
vamos controlando el avance y pido a Dios que sigamos así.
Pero LO MAS IMPORTANTE es la
provisión de medios de protección y de medios diagnósticos para confirmar o
descartar la infección en los profesionales y en la población. HAY QUE CUIDAR A
QUIENES NOS CUIDAN. Si no se cumple esta premisa, mal lo llevamos.
Todos unidos, solidarios y fuertes.
Conseguiremos volver a la normalidad con la esperanza de que será diferente y
mejor para todos.
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