MÉDICOS EXTRANJEROS
Bernabé Galán Sánchez
Doctor en Medicina. Médico de Familia.
Respecto al éxodo de Médicos españoles y en especial andaluces al extranjero o a otras Comunidades Autónomas, sospecho que ni el Presidente de la Junta de Andalucía, ni la Consejera, ni el Presidente del Gobierno, ni el Ministro de Sanidad, conocen del todo qué es lo que está ocurriendo. Porque si lo conocieran no me explico cómo no están cesando a los culpables, que los hay. ¿Les informan bien? ¿Les presentan las verdaderas cuentas? ¿Conocen los métodos correctos para dar una información veraz del gasto sanitario global? ¿Conocen la incidencia que supone el hecho de perder médicos españoles que huyen a otros sitios? ¿Conocen el perjuicio de contratar médicos extranjeros que desconocen nuestro idioma, nuestras expresiones, nuestros giros, nuestra idiosincrasia? No me creo que estén contratando intérpretes para poder traducir anamnesis, síntomas, “retransmitir” la exploración, traducir el pronóstico e intervenir en el tratamiento.
Es difícil en muchas ocasiones, para médicos que llevamos más de treinta años de ejercicio profesional, entender lo que nos dice o nos quiere decir un paciente. Generalmente suele ser más difícil conforme más grave es su padecimiento o peligre su vida, por problemas orgánicos y/o psiquiátricos.
¿Se ha valorado el coste de la formación de un médico español? Ese coste es soportado por el Estado, que se gasta sus dineros para tener unos profesionales bien formados que respondan de la salud de sus ciudadanos una vez terminado el periodo de formación. Es un dinero perdido en muchos casos. El hecho de unas condiciones laborales y retributivas lamentables hace que los recién acabados y los no tanto emigren a otros sitios donde con mucho menos trabajo y presión asistencial y administrativa obtienen unos sueldos dignos, que duplican y triplican los de los más veteranos en España.
En resumen: Se forman profesionales españoles, en España, y tenemos un déficit enorme de ellos en nuestro País, no porque se formen pocos sino porque emigran a otros países en busca de mejores condiciones laborables y retributivas. Mientras tanto, o se contratan extranjeros, con una formación no acreditada, a quienes se les paga mal (como al resto del personal) pero se les pone intérpretes, a quienes también se les paga (no sé si bien o muy bien) para que intervengan en el acto médico. Ya no es relación médico-paciente de lo que hay que hablar cuando tratamos de comunicación en salud y enfermedad. Ahora comenzaremos a hablar y a hacer estudios de investigación sobre la relación médico-intérprete-paciente y su influencia en la vida de las personas.
¿Será posible que esto que he escrito llegue a los oídos de quienes tiene que llegar, y busquemos soluciones para mejorar esta situación?
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19 agosto, 2007
15 agosto, 2007
08 julio, 2007
Fuente Palmera: Reflexiones sobre la casi perdida California Europea
Fuente Palmera a 8 de Julio de 2007
Tengo que confesar que en estos momentos me encuentro con optimismo y ganas de trabajar (que nunca me han faltado en los 27 años que llevo en Fuente Palmera) similares a los que tenía cuando llegué a esta Colonia en 1980. Me encontré una zona muy atrasada y aislada; muy deprimida socio-culturalmente, amén de su problema geográfico de dispersión. Sus habitantes, a pesar del corto periodo de tiempo transcurrido desde que Carlos III les había dado carta de ciudadanía española, no solo se habían olvidado del idioma de sus antepasados, sino que para más inri desconocían sus raíces y la procedencia de sus tatarabuelos. El índice de analfabetismo era muy superior a la media andaluza ya de por sí muy elevado. La situación sanitaria era deplorable. El paro importante. Había pocas escuelas, a pesar de que aquel curso comenzaba su andadura un nuevo colegio (el Federico García Lorca) Las pocas casas que se construían no se terminaban, dejando sin enlucir ni encalar las paredes de su perímetro, por lo que abundaban los problemas de salud ocasionados por semejante falta de aislamiento. El proyecto urbanístico primitivo, ideado por los ilustrados de Carlos III, se estaba desvirtuando al no existir un Plan urbanístico ni unas normas subsidiarias. Lo que ocurría en cada aldea no trascendía más allá de las propias fronteras y los colonos eran desconocedores de lo que en los distintos núcleos de población realizaban sus vecinos. Había pocos universitarios. No había Instituto de Enseñanzas Medias, y legiones de jóvenes estudiantes movilizaban día a día flotas de autobuses para trasladarse a los Centros Educativos de los pueblos próximos o a la capital de la provincia.
Estábamos solamente tres médicos y 2 enfermeros para toda la Colonia y solo un consultorio al que acudir desde los distintos pueblos. Los niños tenían que ser atendidos por los Médicos Generales. Los Especialistas nos caían muy lejos, y había que estar todo el día en la Capital para ser atendido en pocos minutos. Para hacer un simple control de diabetes estos pacientes tenían que ir a Córdoba. Podría seguir relatando innumerables circunstancias similares.
Desde el primer día de estancia aquí me dí cuenta de algo que no había apreciado en ninguna otra parte: individualismo, solidaridad oculta, laboriosidad, inventiva,... Era una idiosincrasia en la que se mezclaban una serie de características, tanto positivas como negativas, que a pesar de ellas desembocaban en la posibilidad de realizar un trabajo en equipo que se podía desarrollar sin que se diesen cuenta de que lo estaban realizando.
Recién llegado a Fuente Palmera me entero de que aquí y muy pronto se pondría en marcha el más moderno Plan de Regadíos de Europa y que ello traería trabajo y riqueza para nuestra Colonia: se iban a crear más de dos mil puestos de trabajo, iba a aumentar la población ostensiblemente, vendría mucha gente de fuera, con otra cultura que se mezclaría con la autóctona; los puestos de trabajo nuevos no serían precisamente para trabajar en el campo como hasta ahora, sino en industrias de transformación de los productos agro-ganaderos y especialmente en servicios, y para ello tendríamos que estar preparados, y habría que proporcionar las bases formativas a nuestros jóvenes para que fuesen ellos quienes ocupasen prioritariamente los puestos de trabajo que se crearían en su pueblo y no fuesen ocupados por forasteros.
Al ser consciente de la envergadura del proyecto me corrió un sudor frío por todo el cuerpo, ya que me di cuenta de que el enorme cambio que se iba a producir podría suponer un peligro para el futuro de la Colonia si no se sentaban unas bases sólidas asegurándolo. Fuente Palmera iba a pasar de ser una zona muy deprimida socio-culturalmente a ser una población próspera y muy rica. Estaba destinada a ser la "California Europea". Esto podía ser negativo para los colonos si no se encauzaba. En pocos años una zona pobre en lo económico y en lo cultural iba a pasar a ser muy rica en lo primero; pero no daba tiempo a enriquecerla en lo segundo.
Había que ponerse a trabajar. No podíamos perder ni un segundo y había que trabajar duro. Antes que nada y a la par había que dar a conocer al mundo la existencia de Fuente Palmera, por lo que había que sacarla casi todos los días en prensa cantando sus excelencias, que aunque pocas por entonces, escritas de una manera amena y que "enganchara" a los lectores, se fuese hablando de nuestra Colonia fuera de nuestras fronteras y fuese conocida en los ámbitos industriales, empresariales y económicos necesarios.
Pero día a día había que trabajar en aquella mesa de trabajo, que por aquel entonces solo tenía trabajo y no le habían crecido las patas necesarias para que este fuese estable y eficiente. A este tablero que estaba a ras del suelo le tenían que crecer las patas de la comunicación, la educación, la sanidad, el conocimiento de la propia historia, la creación de tejido empresarial, el urbanismo, las infraestructuras, y otra muy importante que era la de dar entrada a todas las innovaciones futuras de la ciencia y la tecnología.
Cualquiera que lea estas líneas hasta ahora se puede preguntar: ¿qué hace un Médico recién llegado a Fuente Palmera pensando en todas estas cosas? Yo lo tenía muy claro a pesar de las críticas de mis propios compañeros de entonces que no comprendían por qué me implicaba tanto en este embrión de proyecto. Tenía claro que mi misión en Fuente Palmera no era solo la de médico. Mi concepción de la figura del Médico es la de ayudar globalmente a la población en la que te encuentras en cada momento. Procurar la salud de mis vecinos no era solo curarlos. Era proporcionarles los medios para que pudiesen cuidarse y ser felices. Por lo tanto, mi misión en Fuente Palmera tenía que ser la de ayudar holísticamente a que mejoraran las condiciones económicas y socioculturales de los colonos.
Venía a este pueblo como Médico, trasladado de otro donde los vecinos se habían empeñado en elegirme como Alcalde en las primeras elecciones municipales democráticas. Cosa que yo había aceptado con dos condiciones que se cumplieron inexorablemente: seguiría siendo el Médico del pueblo y no cobraría ni un duro como Alcalde. Al fin y al cabo como Médico estaba al servicio del pueblo las 24 horas del día y por ello cobraba mi sueldo; y lo mismo me daba atender un problema del municipio en la consulta que un enfermo en la Alcaldía. Allí dejé planteados numerosos proyectos que posteriormente a lo largo de los años siguientes fueron desarrollando y terminando los que me sucedieron. Por ello, no me sería difícil ayudar a Fuente Palmera a planificar su futuro, máxime cuando el equipo de gobierno municipal de la Colonia estaba dirigido por personas pertenecientes al partido político con el que se había fusionado el que yo había pertenecido hasta entonces. Aclaro esto del partido político, a pesar de que para ayudar a los demás no me importan las siglas sino las personas, sus ganas de trabajar, su honestidad, su ética, su entrega altruista a los demás, y sobre todo que me permitan trabajar y desarrollar mis ideas.
Aclarado lo anterior, sigo relatando los comienzos de una frustrada "California de Europa". Sentamos las bases para que así fuera, pero los personalismos, las envidias, los protagonismos, los celos partidistas y partidarios dentro del Partido, la hipocresía, el cinismo, la falta de preparación de algunos, frenaron y estrangularon el desarrollo y el futuro de nuestra Colonia.
De todos es conocido lo que ocurrió. Quien quiera recordarlo solo tiene que consultar la hemeroteca: carreteras nuevas, edificios escolares en todos los núcleos de población, actos del 215 aniversario de la Fundación de la Colonia, recuperación de costumbres y sobre todo del Baile de los Locos, construcción y puesta en marcha del Instituto de Enseñanzas Medias, Escuela de educación de Adultos, anticipo de la Reforma Educativa respecto al resto de España, implantación de la vacuna triple vírica varios años antes que el resto de España, creación de Consultorios Locales en cuatro pueblos de la Colonia, puesta en marcha de la Reforma Sanitaria y aumento de la plantilla de profesionales de la salud, creación de un periódico local que sirvió de ejemplo para la creación de otros muchos en otros municipios, Asamblea Local de Cruz Roja, creación de Sociedades Agrarias de Transformación, Olimpíadas Escolares, rondalla, asociaciones de vecinos, Asociación de Empresarios, Escuela de Empresas, etc, etc. La lista es interminable.
Habíamos sentado las bases. Todo estaba preparado para poder soportar el desarrollo que se nos venía encima.
Pero ¿qué ha ocurrido para que el sueño dorado no se haya terminado aún, y no salgamos de la pesadilla a la que hemos estado sometidos? Sintetizaré: Quienes tenían que dirigir el carro del desarrollo por las veredas y caminos trazados para llevarnos a las autopistas del futuro, se salieron del trayecto previsto, marcado y calculado. No solo se salieron de la ruta, sino que por distintas motivaciones e intereses y con distintas estrategias y subterfugios obligaron a bajarse del carro a todos quienes no participábamos de la transgresión de las normas y la traición al pueblo, porque sabíamos que de aquella manera no se llegaría a la meta marcada, aunque encubrieran el fracaso con falsas e inútiles consecuciones parciales, que solo beneficiaban a muy pocos y perjudicaban a muchos, como al final se ha demostrado. A pesar de ello, por lo que a mi respecta, he seguido luchando y trabajando por la Colonia y los colonos como el primer día. Me da lástima de algún personaje que otro que, por oscuros motivos que intuyo, han intentado desprestigiarme en ámbitos superiores por los que se han movido subrepticiamente con el objetivo de seguir sacando tajada. Aún así no han conseguido quitarme un ápice de ilusión y fortaleza para seguir trabajando por esta Colonia.
Ahora tenemos la oportunidad de volver al camino abandonado, y que contracorriente y por dificultosos montes y siempre cuesta arriba, se ha intentado alcanzar en los últimos tiempos. Ahora tenemos un nuevo carro al que están dispuestos muchos a volver a subir. Pero hay que seleccionar muy bien a los viajeros, ya que no todos van con la misma intención, ni tienen la misma idea de Colonia: mientras muchos quieren volver a poner las bases de aquella "California de Europa", otros quieren poner las bases de su propio aprovechamiento y enriquecimiento.
En los discursos de toma de posesión de los nuevos ediles de nuestro Municipio, los distintos portavoces y con distintos matices, manifestaron su deseo de colaborar y unir sus fuerzas para reconducir la situación. El pueblo está entusiasmado y a la expectativa tras oír estas promesas. No hay que defraudarlo, pero tampoco hay que olvidarlo ni dejarlo sin participación. Todos somos necesarios, todos tenemos que ser tenidos en cuenta en el grado de responsabilidad que a cada uno le corresponda. Hay que ir desarrollando proyectos conforme se puedan abordar y se cuente con medios, infraestructura y personas para implementarlos. Para ello hay que descentralizar la gestión, responsabilizar, delegar, coordinar, supervisar todo lo que se pretenda hacer. No hay que tener prisas, ni querer hacer todo el primer año. Precisamente en este primer periodo lo que hay que llevar a cabo son las medidas que puedan ser peor comprendidas por los ciudadanos, mal acostumbrados a pensar que "todo lo tienen que hacer el Ayuntamiento", "que lo paguen ellos", etc, porque han estado siendo engañados cuando más fácil hubiera sido el crear conciencia de que "Ayuntamiento somos todos" y esos "ellos" que tienen que pagar, somos todos porque al fin y al cabo al Ayuntamiento y a "ellos" quienes los mantenemos y pagamos somos nosotros con el dinero que sale de nuestro trabajo.
Hay mucho que hacer y mucha conciencia que crear: entusiasmar a la juventud, encomendándole tareas que ellos saben realizar mejor que nadie, mejorar la educación y la enseñanza, movilizar al voluntariado, apoyar a las empresas, mantener limpias nuestras calles, tratar seriamente la ocupación de la vía pública por muy pocos en perjuicio de la mayoría, completar los avances en temas sanitarios frenados desde hace seis o siete años, buscar y aplicar formas para recuperar patrimonio municipal, etc.
Quiero terminar como comencé manifestando mi optimismo en el futuro viendo la buena predisposición manifestada por todos. Ojalá continúe este clima de tranquilidad y deseos de trabajar por la Colonia, por el que nos debemos felicitar todos.
Tengo que confesar que en estos momentos me encuentro con optimismo y ganas de trabajar (que nunca me han faltado en los 27 años que llevo en Fuente Palmera) similares a los que tenía cuando llegué a esta Colonia en 1980. Me encontré una zona muy atrasada y aislada; muy deprimida socio-culturalmente, amén de su problema geográfico de dispersión. Sus habitantes, a pesar del corto periodo de tiempo transcurrido desde que Carlos III les había dado carta de ciudadanía española, no solo se habían olvidado del idioma de sus antepasados, sino que para más inri desconocían sus raíces y la procedencia de sus tatarabuelos. El índice de analfabetismo era muy superior a la media andaluza ya de por sí muy elevado. La situación sanitaria era deplorable. El paro importante. Había pocas escuelas, a pesar de que aquel curso comenzaba su andadura un nuevo colegio (el Federico García Lorca) Las pocas casas que se construían no se terminaban, dejando sin enlucir ni encalar las paredes de su perímetro, por lo que abundaban los problemas de salud ocasionados por semejante falta de aislamiento. El proyecto urbanístico primitivo, ideado por los ilustrados de Carlos III, se estaba desvirtuando al no existir un Plan urbanístico ni unas normas subsidiarias. Lo que ocurría en cada aldea no trascendía más allá de las propias fronteras y los colonos eran desconocedores de lo que en los distintos núcleos de población realizaban sus vecinos. Había pocos universitarios. No había Instituto de Enseñanzas Medias, y legiones de jóvenes estudiantes movilizaban día a día flotas de autobuses para trasladarse a los Centros Educativos de los pueblos próximos o a la capital de la provincia.
Estábamos solamente tres médicos y 2 enfermeros para toda la Colonia y solo un consultorio al que acudir desde los distintos pueblos. Los niños tenían que ser atendidos por los Médicos Generales. Los Especialistas nos caían muy lejos, y había que estar todo el día en la Capital para ser atendido en pocos minutos. Para hacer un simple control de diabetes estos pacientes tenían que ir a Córdoba. Podría seguir relatando innumerables circunstancias similares.
Desde el primer día de estancia aquí me dí cuenta de algo que no había apreciado en ninguna otra parte: individualismo, solidaridad oculta, laboriosidad, inventiva,... Era una idiosincrasia en la que se mezclaban una serie de características, tanto positivas como negativas, que a pesar de ellas desembocaban en la posibilidad de realizar un trabajo en equipo que se podía desarrollar sin que se diesen cuenta de que lo estaban realizando.
Recién llegado a Fuente Palmera me entero de que aquí y muy pronto se pondría en marcha el más moderno Plan de Regadíos de Europa y que ello traería trabajo y riqueza para nuestra Colonia: se iban a crear más de dos mil puestos de trabajo, iba a aumentar la población ostensiblemente, vendría mucha gente de fuera, con otra cultura que se mezclaría con la autóctona; los puestos de trabajo nuevos no serían precisamente para trabajar en el campo como hasta ahora, sino en industrias de transformación de los productos agro-ganaderos y especialmente en servicios, y para ello tendríamos que estar preparados, y habría que proporcionar las bases formativas a nuestros jóvenes para que fuesen ellos quienes ocupasen prioritariamente los puestos de trabajo que se crearían en su pueblo y no fuesen ocupados por forasteros.
Al ser consciente de la envergadura del proyecto me corrió un sudor frío por todo el cuerpo, ya que me di cuenta de que el enorme cambio que se iba a producir podría suponer un peligro para el futuro de la Colonia si no se sentaban unas bases sólidas asegurándolo. Fuente Palmera iba a pasar de ser una zona muy deprimida socio-culturalmente a ser una población próspera y muy rica. Estaba destinada a ser la "California Europea". Esto podía ser negativo para los colonos si no se encauzaba. En pocos años una zona pobre en lo económico y en lo cultural iba a pasar a ser muy rica en lo primero; pero no daba tiempo a enriquecerla en lo segundo.
Había que ponerse a trabajar. No podíamos perder ni un segundo y había que trabajar duro. Antes que nada y a la par había que dar a conocer al mundo la existencia de Fuente Palmera, por lo que había que sacarla casi todos los días en prensa cantando sus excelencias, que aunque pocas por entonces, escritas de una manera amena y que "enganchara" a los lectores, se fuese hablando de nuestra Colonia fuera de nuestras fronteras y fuese conocida en los ámbitos industriales, empresariales y económicos necesarios.
Pero día a día había que trabajar en aquella mesa de trabajo, que por aquel entonces solo tenía trabajo y no le habían crecido las patas necesarias para que este fuese estable y eficiente. A este tablero que estaba a ras del suelo le tenían que crecer las patas de la comunicación, la educación, la sanidad, el conocimiento de la propia historia, la creación de tejido empresarial, el urbanismo, las infraestructuras, y otra muy importante que era la de dar entrada a todas las innovaciones futuras de la ciencia y la tecnología.
Cualquiera que lea estas líneas hasta ahora se puede preguntar: ¿qué hace un Médico recién llegado a Fuente Palmera pensando en todas estas cosas? Yo lo tenía muy claro a pesar de las críticas de mis propios compañeros de entonces que no comprendían por qué me implicaba tanto en este embrión de proyecto. Tenía claro que mi misión en Fuente Palmera no era solo la de médico. Mi concepción de la figura del Médico es la de ayudar globalmente a la población en la que te encuentras en cada momento. Procurar la salud de mis vecinos no era solo curarlos. Era proporcionarles los medios para que pudiesen cuidarse y ser felices. Por lo tanto, mi misión en Fuente Palmera tenía que ser la de ayudar holísticamente a que mejoraran las condiciones económicas y socioculturales de los colonos.
Venía a este pueblo como Médico, trasladado de otro donde los vecinos se habían empeñado en elegirme como Alcalde en las primeras elecciones municipales democráticas. Cosa que yo había aceptado con dos condiciones que se cumplieron inexorablemente: seguiría siendo el Médico del pueblo y no cobraría ni un duro como Alcalde. Al fin y al cabo como Médico estaba al servicio del pueblo las 24 horas del día y por ello cobraba mi sueldo; y lo mismo me daba atender un problema del municipio en la consulta que un enfermo en la Alcaldía. Allí dejé planteados numerosos proyectos que posteriormente a lo largo de los años siguientes fueron desarrollando y terminando los que me sucedieron. Por ello, no me sería difícil ayudar a Fuente Palmera a planificar su futuro, máxime cuando el equipo de gobierno municipal de la Colonia estaba dirigido por personas pertenecientes al partido político con el que se había fusionado el que yo había pertenecido hasta entonces. Aclaro esto del partido político, a pesar de que para ayudar a los demás no me importan las siglas sino las personas, sus ganas de trabajar, su honestidad, su ética, su entrega altruista a los demás, y sobre todo que me permitan trabajar y desarrollar mis ideas.
Aclarado lo anterior, sigo relatando los comienzos de una frustrada "California de Europa". Sentamos las bases para que así fuera, pero los personalismos, las envidias, los protagonismos, los celos partidistas y partidarios dentro del Partido, la hipocresía, el cinismo, la falta de preparación de algunos, frenaron y estrangularon el desarrollo y el futuro de nuestra Colonia.
De todos es conocido lo que ocurrió. Quien quiera recordarlo solo tiene que consultar la hemeroteca: carreteras nuevas, edificios escolares en todos los núcleos de población, actos del 215 aniversario de la Fundación de la Colonia, recuperación de costumbres y sobre todo del Baile de los Locos, construcción y puesta en marcha del Instituto de Enseñanzas Medias, Escuela de educación de Adultos, anticipo de la Reforma Educativa respecto al resto de España, implantación de la vacuna triple vírica varios años antes que el resto de España, creación de Consultorios Locales en cuatro pueblos de la Colonia, puesta en marcha de la Reforma Sanitaria y aumento de la plantilla de profesionales de la salud, creación de un periódico local que sirvió de ejemplo para la creación de otros muchos en otros municipios, Asamblea Local de Cruz Roja, creación de Sociedades Agrarias de Transformación, Olimpíadas Escolares, rondalla, asociaciones de vecinos, Asociación de Empresarios, Escuela de Empresas, etc, etc. La lista es interminable.
Habíamos sentado las bases. Todo estaba preparado para poder soportar el desarrollo que se nos venía encima.
Pero ¿qué ha ocurrido para que el sueño dorado no se haya terminado aún, y no salgamos de la pesadilla a la que hemos estado sometidos? Sintetizaré: Quienes tenían que dirigir el carro del desarrollo por las veredas y caminos trazados para llevarnos a las autopistas del futuro, se salieron del trayecto previsto, marcado y calculado. No solo se salieron de la ruta, sino que por distintas motivaciones e intereses y con distintas estrategias y subterfugios obligaron a bajarse del carro a todos quienes no participábamos de la transgresión de las normas y la traición al pueblo, porque sabíamos que de aquella manera no se llegaría a la meta marcada, aunque encubrieran el fracaso con falsas e inútiles consecuciones parciales, que solo beneficiaban a muy pocos y perjudicaban a muchos, como al final se ha demostrado. A pesar de ello, por lo que a mi respecta, he seguido luchando y trabajando por la Colonia y los colonos como el primer día. Me da lástima de algún personaje que otro que, por oscuros motivos que intuyo, han intentado desprestigiarme en ámbitos superiores por los que se han movido subrepticiamente con el objetivo de seguir sacando tajada. Aún así no han conseguido quitarme un ápice de ilusión y fortaleza para seguir trabajando por esta Colonia.
Ahora tenemos la oportunidad de volver al camino abandonado, y que contracorriente y por dificultosos montes y siempre cuesta arriba, se ha intentado alcanzar en los últimos tiempos. Ahora tenemos un nuevo carro al que están dispuestos muchos a volver a subir. Pero hay que seleccionar muy bien a los viajeros, ya que no todos van con la misma intención, ni tienen la misma idea de Colonia: mientras muchos quieren volver a poner las bases de aquella "California de Europa", otros quieren poner las bases de su propio aprovechamiento y enriquecimiento.
En los discursos de toma de posesión de los nuevos ediles de nuestro Municipio, los distintos portavoces y con distintos matices, manifestaron su deseo de colaborar y unir sus fuerzas para reconducir la situación. El pueblo está entusiasmado y a la expectativa tras oír estas promesas. No hay que defraudarlo, pero tampoco hay que olvidarlo ni dejarlo sin participación. Todos somos necesarios, todos tenemos que ser tenidos en cuenta en el grado de responsabilidad que a cada uno le corresponda. Hay que ir desarrollando proyectos conforme se puedan abordar y se cuente con medios, infraestructura y personas para implementarlos. Para ello hay que descentralizar la gestión, responsabilizar, delegar, coordinar, supervisar todo lo que se pretenda hacer. No hay que tener prisas, ni querer hacer todo el primer año. Precisamente en este primer periodo lo que hay que llevar a cabo son las medidas que puedan ser peor comprendidas por los ciudadanos, mal acostumbrados a pensar que "todo lo tienen que hacer el Ayuntamiento", "que lo paguen ellos", etc, porque han estado siendo engañados cuando más fácil hubiera sido el crear conciencia de que "Ayuntamiento somos todos" y esos "ellos" que tienen que pagar, somos todos porque al fin y al cabo al Ayuntamiento y a "ellos" quienes los mantenemos y pagamos somos nosotros con el dinero que sale de nuestro trabajo.
Hay mucho que hacer y mucha conciencia que crear: entusiasmar a la juventud, encomendándole tareas que ellos saben realizar mejor que nadie, mejorar la educación y la enseñanza, movilizar al voluntariado, apoyar a las empresas, mantener limpias nuestras calles, tratar seriamente la ocupación de la vía pública por muy pocos en perjuicio de la mayoría, completar los avances en temas sanitarios frenados desde hace seis o siete años, buscar y aplicar formas para recuperar patrimonio municipal, etc.
Quiero terminar como comencé manifestando mi optimismo en el futuro viendo la buena predisposición manifestada por todos. Ojalá continúe este clima de tranquilidad y deseos de trabajar por la Colonia, por el que nos debemos felicitar todos.
13 abril, 2007
Envejecimiento y Enfermedad de Alzheimer
EL ENVEJECIMIENTO Y LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
Conferencia pronunciada en el Salón de Actos del Edificio de Usos Múltiples de Fuente Palmera, con motivo de los primeros pasos para la Fundación de una Asociación de Afectados por la Enfermedad de Alzheimer.
Dr. D. Bernabé Galán Sánchez. Especialista en Medicina de Familia y Comunitaria

Diapo 1 y 2
Gracias por la invitación a participar en esta Jornada sobre un tema tan interesante y, por desgracia, con una actualidad progresivamente más presente en nuestras vidas.
Gracias a quienes organizan estas jornadas, ya que con ello colaboran en la mejora de las condiciones de estos pacientes y de quienes los cuidan.
El título de esta ponencia, muy bien ideado, nos habla de envejecimiento y Alzheimer. Aunque pensemos que ambas palabras van siempre unidas, no siempre ocurre así, ya que como veremos la enfermedad de Alzheimer puede comenzar en etapas anteriores a la senectud.
Diapo 3
El envejecimiento es un proceso deletéreo, progresivo, intrínseco y universal que con el tiempo ocurre en todo ser vivo a consecuencia de la interacción de la genética del individuo y su medio ambiente.
Podría también definirse como todas las alteraciones que se producen en un organismo con el paso del tiempo y que conducen a pérdidas funcionales y a la muerte.
Es difícil determinar el momento en que éste se inicia, algunos autores consideran que se manifiesta a partir del momento de la máxima vitalidad alrededor de los 30 años en el hombre.
Probablemente, el envejecimiento (al contrario del crecimiento) no es un fenómeno genéticamente programado. En la actualidad el período de vida del ser humano se cuantifica con un máximo de 120 años, cuando los fenómenos intrínsecos del crecimiento y del envejecimiento se desarrollan en un medio adecuado. De no ser así, la duración cronológica de la vida humana se reduce proporcionalmente, aún cuando el espacio biológico sea en todos los individuos el mismo. En efecto los avances socio-sanitarios, en especial los de la medicina preventiva, y también la aparición de los antibióticos junto con los grandes progresos en la nutrición, han logrado que la esperanza de vida al nacer, que era de 50 años a principios de siglo, sea en los países desarrollados de 75 años en la actualidad.
Las consecuencias de éstos cambios ya se han hecho sentir en los sistemas de salud en muchos países, debido a que la atención médica del paciente anciano implica cambios estructurales en los mismos para revertir las tendencias hacia la discriminación habitual en éste grupo de pacientes. La sociedad en general debe reconocer que el envejecimiento de una gran proporción de sus miembros la afecta como un todo y no es un fenómeno que concierna solo a los mayores.
Diapo 4
El ser humano asume el envejecimiento de acuerdo a sus tradiciones y su cultura. Vemos cómo en la antigüedad, los ancianos eran venerados. En la actualidad, la industria de la cosmética gira no solo en torno a la belleza si no también a evitar las señales del envejecimiento. Antiguamente, en la época del Imperio Romano, se consideraba anciano a una persona que sobrepasara los 45 años de vida; hoy en día, se considera anciano a aquellos que sobrepasan los 60 años. Hoy en día, es más común encontrar personas que alcanzan los 90 o 100 años de edad debido al mejoramiento de la calidad de vida y al ambiente de su entorno.
¿Qué factores afectan el envejecimiento de los humanos?: Medioambientales, Económicos, Genéticos, Calidad de vida, Sociales, Políticos, Psicológicos y Biológicos.

Diapo 5
¿Qué repercusiones tiene el envejecimiento en la salud pública?
Entre 2000 y 2050, la población mundial de 60 años o más se multiplicará por más de tres, pasando de 600 millones a 2000 millones. La mayor parte de ese aumento se producirá en países en desarrollo, donde pasarán de 400 a 1700 millones en ese mismo periodo.
Este cambio demográfico tiene varias repercusiones en la salud pública. La buena salud es esencial para que las personas mayores mantengan su independencia y participen en la vida de la familia y de la comunidad. Las actividades de promoción de la salud y prevención de las enfermedades a lo largo de toda la vida pueden evitar o retrasar la aparición de enfermedades no transmisibles y crónicas, como las cardiopatías, los accidentes vasculares cerebrales y el cáncer.
Los servicios de atención primaria deben proporcionar una atención accesible, integrada y regular a las personas mayores que padecen estos trastornos. Las enfermedades crónicas requieren un seguimiento para reducir al mínimo las discapacidades asociadas y sus efectos negativos sobre la calidad de vida. La naturaleza continua de esa atención significa que será más eficaz si se presta en entornos basados en la comunidad, como los centros de atención primaria.
Las acciones de salud pública pueden contar con las capacidades de las personas mayores. La creciente población mundial de personas mayores desempeña un papel fundamental, por ejemplo, en el voluntariado, la transmisión de experiencias y conocimientos, la ayuda a sus familias en la prestación de cuidados y su participación cada vez mayor en la fuerza laboral remunerada.
Diapo 6
Refiriéndonos a Fuente Palmera, y teniendo en cuenta el censo oficial tomado de los datos que nos ofrece el Instituto Nacional de Estadística, vemos cómo de las 1943 personas mayores de 60 años de 2006, extrapolando datos a 2050, existirán en nuestra Colonia 6412 personas mayores de 60 años.
Diapo 7
La demencia es una enfermedad frecuente, grave, larga y penosa que presenta un alto grado de complicación tanto en los aspectos diagnósticos como terapéuticos. Es un trastorno cerebral que afecta de forma grave la habilidad de una persona para llevar a cabo sus actividades diarias. La enfermedad de Alzheimer es el tipo más frecuente de demencia entre las personas mayores y afecta las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Aunque los científicos aprenden más todos los días sobre esta enfermedad, estos aún no saben cual es la causa y no han descubierto un tratamiento para curarla.
Toda demencia produce un importantísimo impacto personal, familiar y social cuyas consecuencias son imposibles de eludir. Por todo ello requiere una multiplicidad de abordajes que solo se pueden afrontar desde perspectivas abiertas y multidisciplinarias.
Diapo 8
Para que un síndrome demencial pueda ser considerado como tal, ha de revestir las siguientes características:
1. Nivel de conciencia normal.
2. Ser adquirido, no poseído anteriormente (oligofrenia)
3. Persistente en el tiempo (duración de semanas o meses)
4. Afectar a diferentes funciones cognitivas, intelectivas y psicológicas.
5. Tener una repercusión apreciable ( personal, laboral, social, familiar)
Diapo 9
La enfermedad de Alzheimer es una forma de demencia caracterizada por el deterioro progresivo y relativamente generalizado de las funciones superiores.
Clásicamente se le conocía como “demencia presenil” porque se daba en etapas previas a la senilidad. Hoy día no hay motivos para distinguir entre senil y presenil ya que se puede dar antes o después de los 60 años, tratándose de la misma enfermedad. Las formas de aparición en sujetos más jóvenes suelen ser más agresivas.
Diapo 10
La enfermedad de Alzheimer como entidad clínica individualizada cuenta ya con más de 100 años de historia. En noviembre de 1901 ingresó una paciente de 51 años de edad llamada Augusta D en el hospital de Francfurt con un llamativo cuadro clínico de 5 años de evolución que, tras comenzar con un delirio celotípico, había sufrido una rápida y progresiva pérdida de memoria, alucinaciones, desorientación temporoespacial, paranoia, trastornos de la conducta y un grave trastorno del lenguaje. Fue estudiada primero por Alois Alzheimer, y después por otros médicos. La enferma falleció el 8 de abril de 1906 por una septicemia, secundaria a escaras de decúbito y neumonía. El cerebro de la enferma fué remitido a Alzheimer, quien procedió a su estudio histológico. El 4 de noviembre de 1906 presentó su observación anatomoclínica con la descripción de placas seniles, ovillos neurofibrilares y cambios arterioescleróticos cerebrales. El trabajo se publicó al año siguiente con el título "Una enfermedad grave característica de la corteza cerebral". La denominación del cuadro clínico como enfermedad de Alzheimer fue introducida por Kraepelin en la octava edición de su "Manual de psiquiatría", en 1910.
Los científicos también han descubierto otros cambios en el cerebro de las personas que tienen esta enfermedad. Estos cambios tienen que ver con la destrucción de células nerviosas en áreas del cerebro que son vitales para la memoria y otras facultades mentales, lo cual causa la interrupción de las conexiones entre las células nerviosas. También se presentan niveles más bajos de algunas de las sustancias químicas del cerebro que se encargan de la transmisión de mensajes entre las células nerviosas. La enfermedad de Alzheimer puede alterar los procesos del pensamiento y la memoria al interrumpir la transmisión de estos mensajes.
Diapo 13
EPIDEMIOLOGIA
Las demencias en su conjunto afectan casi al 5 % de las personas mayores de 65 años, incrementándose conforme aumenta la edad, hasta llegar al 30 % a los 85 años. Pero no hay que confundir demencia con pérdida de memoria, ya que más del 50 % de los mayores de 65 años presentan fallos de memoria que son normales y no por ello hay que pensar en que se trata de una demencia.
La enfermedad de Alzheimer se presenta en un 60-70 % del total de las demencias.
En España hay más de 600.000 personas que padecen EA. Esta enfermedad genera unos costes anuales de 2 a 4 millones de pesetas por persona, lo que supone más de 700.000 millones de pesetas en total cada año lo que el Estado gasta en atender a estos pacientes.
TODOS TENEMOS QUE COLABORAR PARA CONSEGUIR EL OBJETIVO PRINCIPAL QUE DEBEMOS PLANTEARNOS ANTE ESTA ENFERMEDAD. Este objetivo no es otro que la mejora básica de la vida de estos enfermos y la de sus familiares y cuidadores.
Diapo 14
¿Qué causa la enfermedad de Alzheimer?
Los científicos aún no entienden del todo lo qué causa la enfermedad de Alzheimer. Es probable que no haya una sola causa, sino varios factores que afectan a cada persona de forma diferente. La edad es el factor de riesgo más conocido. El número de personas que sufren de esta enfermedad se duplica cada 5 años entre las personas mayores de 65 años de edad.
Los antecedentes familiares son otro factor de riesgo. Los científicos creen que la genética puede jugar un papel importante en muchos de los casos de Alzheimer. Por ejemplo, la enfermedad de Alzheimer familiar de aparición temprana, una rara forma de la enfermedad que generalmente se manifiesta entre los 30 y 60 años de edad, es de carácter hereditario. El tipo más frecuente de Alzheimer es el de la aparición tardía.
Diapo 15
Los científicos aún tienen mucho que aprender y descubrir sobre las causas de esta enfermedad. Además de la genética, los científicos se encuentran investigando el papel que podrían desempeñar la educación, la alimentación y el ambiente en el desarrollo de la misma. Los científicos están encontrando cada vez más indicios de que algunos de los factores de riesgo de las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares, como la hipertensión arterial, el colesterol alto y los niveles bajos de la vitamina folato, pueden también aumentar el riesgo de desarrollar Alzheimer. También hay mayores indicios de que las actividades físicas, mentales y sociales pueden ser factores de protección contra la enfermedad.
Diapo 16
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Alzheimer?
La enfermedad de Alzheimer se inicia en forma lenta. Al principio, el único síntoma pueden ser olvidos leves, los cuales pueden confundirse con cambios en la memoria asociados con la edad. La mayoría de las personas que sufren de olvidos leves no tienen Alzheimer. En la fase inicial de la enfermedad, las personas pueden tener dificultades para acordarse de eventos y actividades recientes o de los nombres de personas o cosas conocidas. Es posible que no puedan resolver problemas matemáticos sencillos. Este tipo de dificultades pueden representar una molestia, pero no son lo suficientemente graves como para causar preocupación.
Sin embargo, a medida que avanza la enfermedad, los síntomas se notan con mayor facilidad y se agravan de forma tal que hacen que las personas con Alzheimer y sus familiares busquen ayuda médica. Los olvidos o fallos de memoria empiezan a interferir con las actividades diarias. A las personas en la fase intermedia de la enfermedad, se les puede olvidar cómo hacer tareas sencillas, como cepillarse los dientes o peinarse; ya no pueden pensar con claridad; fallan en su intento de reconocer personas y lugares conocidos; y empiezan a tener problemas para hablar, entender, leer o escribir. Más adelante, pueden volverse inquietas o agresivas, o deambular fuera de sus casas. Al final, los pacientes necesitan de un cuidado permanente.
Diapo 17
¿Cómo podemos sospechar que una persona está comenzando a padecer la enfermedad de Alzheimer?
Hay una serie de signos de alarma que harán a la familia y a los conocidos ponerse en alerta:
• Pérdida de memoria que afecta a la capacidad laboral.
• Dificultad para llevar a cabo tareas familiares.
• Problemas con el lenguaje.
• Desorientación en tiempo y lugar.
• Juicio pobre o disminuido.
• Problemas con el pensamiento abstracto.
• Cosas colocadas en lugares erróneos.
• Cambios en el humor o en el comportamiento.
• Cambios en la personalidad.
• Pérdida de iniciativa.
Diapo 18
¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Alzheimer?
Un diagnóstico temprano y exacto de la enfermedad de Alzheimer ayuda a los pacientes y a sus familias a planear para el futuro. Asimismo, les da tiempo para considerar las opciones de atención mientras el paciente está en capacidad de participar en la toma de decisiones. El diagnóstico temprano también ofrece la mejor oportunidad para tratar los síntomas de la enfermedad.
Hoy en día, la única forma definitiva de diagnóstico es determinar si hay placas y ovillos o acumulaciones en el tejido cerebral. Sin embargo, para observar el tejido cerebral los médicos deben esperar generalmente a que se haga una autopsia, el cual es un examen del cuerpo que se realiza después de que muere la persona. Por esta razón, los médicos sólo pueden hacer un diagnóstico “posible” o “probable” de la enfermedad mientras la persona está viva.
En centros especializados, los médicos pueden diagnosticar acertadamente la enfermedad hasta en un 90 por ciento de las veces. Los médicos utilizan varios instrumentos para hacer un diagnóstico probable de la enfermedad de Alzheimer. Entre estos se encuentran: preguntas sobre la salud general de la persona, problemas médicos previos y su capacidad para llevar a cabo las actividades diarias, pruebas de memoria, resolución de problemas, atención, conteo y lenguaje, exámenes médicos, como pruebas de sangre, orina o líquido cefalorraquídeo, y gammagrafías cerebrales.
Algunas veces, estas pruebas pueden ayudarle al médico a encontrar otras causas posibles de los síntomas que tiene la persona. Por ejemplo, situaciones como problemas de tiroides, reacciones a los medicamentos, depresión, tumores cerebrales y enfermedades de los vasos sanguíneos pueden causar síntomas parecidos a la enfermedad de Alzheimer. Algunas de estas otras afecciones médicas pueden tratarse en forma satisfactoria.
Diapo 19
¿Cómo se trata la enfermedad de Alzheimer?
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad de progresión lenta, que se inicia con problemas leves de la memoria y termina con daño cerebral grave. La evolución de la enfermedad y la rapidez con que ocurren los cambios varían de persona a persona. En promedio, los pacientes con Alzheimer viven entre 8 y 10 años después de haber sido diagnosticados, aunque algunas personas pueden vivir hasta 20 años con la enfermedad.
Ningún tratamiento puede detener la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, para algunas personas en las fases iniciales e intermedias, hay una serie de medicamentos que pueden ayudar a prevenir el empeoramiento de algunos síntomas durante un período limitado de tiempo. Estos son conocidos por muchos de los que están aquí presentes, ya que los toman sus familiares: tacrina (Cognex), donepezilo (Aricept), rivastigmina (Exelon) o galantamina (Reminyl)
Otro medicamento, la memantina (Axura), ha sido aprobado para tratar las fases moderadas o graves de la enfermedad, aunque también tiene efectos limitados.
Asimismo, algunas medicinas pueden ayudar a controlar los síntomas del comportamiento causados por la enfermedad de Alzheimer como el insomnio, la agitación, la deambulación, la ansiedad y la depresión. El tratamiento de estos síntomas contribuye con frecuencia a que los pacientes se sientan más cómodos y facilita su cuidado por parte de las personas que los atienden.
Diapo 20
Hemos visto y aprendido algo más sobre la enfermedad de Alzheimer. En esta ocasión se han organizado unas jornadas para tratarla y difundirla entre la población general. Pero hemos de aprovechar la presencia de ustedes aquí y seguir sensibilizándolos, ya que no solo existen enfermos de Alzheimer a quien cuidar, sino que por el contrario hay otros muchos más, de distintas edades, pero especialmente mayores, que se encuentran postrados en cama, o sin poderse valer por sí mismos, que necesitan nuestra ayuda y nuestro apoyo.
Y tenemos no solo que ser sensible nosotros, los que tenemos ya una edad madura, sino que tenemos que concienciar a nuestros hijos y nietos a hacer lo mismo. A tener respeto a los mayores, a venerarlos y ayudarlos.
La mayoría de las veces se reciben por internet tonterías y groserías; pero hay otras ocasiones en las que llegan archivos muy buenos. Recibí este que ahora voy a abrir y exponer que hace saltar las lágrimas del más insensible, porque dice unas cosas tan elementales y tan ciertas que creo que es bastante bueno para concienciar a las personas para que cuiden y mimen a sus mayores.
Conferencia pronunciada en el Salón de Actos del Edificio de Usos Múltiples de Fuente Palmera, con motivo de los primeros pasos para la Fundación de una Asociación de Afectados por la Enfermedad de Alzheimer.
Dr. D. Bernabé Galán Sánchez. Especialista en Medicina de Familia y Comunitaria

Diapo 1 y 2
Gracias por la invitación a participar en esta Jornada sobre un tema tan interesante y, por desgracia, con una actualidad progresivamente más presente en nuestras vidas.
Gracias a quienes organizan estas jornadas, ya que con ello colaboran en la mejora de las condiciones de estos pacientes y de quienes los cuidan.
El título de esta ponencia, muy bien ideado, nos habla de envejecimiento y Alzheimer. Aunque pensemos que ambas palabras van siempre unidas, no siempre ocurre así, ya que como veremos la enfermedad de Alzheimer puede comenzar en etapas anteriores a la senectud.
Diapo 3
El envejecimiento es un proceso deletéreo, progresivo, intrínseco y universal que con el tiempo ocurre en todo ser vivo a consecuencia de la interacción de la genética del individuo y su medio ambiente.
Podría también definirse como todas las alteraciones que se producen en un organismo con el paso del tiempo y que conducen a pérdidas funcionales y a la muerte.
Es difícil determinar el momento en que éste se inicia, algunos autores consideran que se manifiesta a partir del momento de la máxima vitalidad alrededor de los 30 años en el hombre.
Probablemente, el envejecimiento (al contrario del crecimiento) no es un fenómeno genéticamente programado. En la actualidad el período de vida del ser humano se cuantifica con un máximo de 120 años, cuando los fenómenos intrínsecos del crecimiento y del envejecimiento se desarrollan en un medio adecuado. De no ser así, la duración cronológica de la vida humana se reduce proporcionalmente, aún cuando el espacio biológico sea en todos los individuos el mismo. En efecto los avances socio-sanitarios, en especial los de la medicina preventiva, y también la aparición de los antibióticos junto con los grandes progresos en la nutrición, han logrado que la esperanza de vida al nacer, que era de 50 años a principios de siglo, sea en los países desarrollados de 75 años en la actualidad.
Las consecuencias de éstos cambios ya se han hecho sentir en los sistemas de salud en muchos países, debido a que la atención médica del paciente anciano implica cambios estructurales en los mismos para revertir las tendencias hacia la discriminación habitual en éste grupo de pacientes. La sociedad en general debe reconocer que el envejecimiento de una gran proporción de sus miembros la afecta como un todo y no es un fenómeno que concierna solo a los mayores.
Diapo 4
El ser humano asume el envejecimiento de acuerdo a sus tradiciones y su cultura. Vemos cómo en la antigüedad, los ancianos eran venerados. En la actualidad, la industria de la cosmética gira no solo en torno a la belleza si no también a evitar las señales del envejecimiento. Antiguamente, en la época del Imperio Romano, se consideraba anciano a una persona que sobrepasara los 45 años de vida; hoy en día, se considera anciano a aquellos que sobrepasan los 60 años. Hoy en día, es más común encontrar personas que alcanzan los 90 o 100 años de edad debido al mejoramiento de la calidad de vida y al ambiente de su entorno.
¿Qué factores afectan el envejecimiento de los humanos?: Medioambientales, Económicos, Genéticos, Calidad de vida, Sociales, Políticos, Psicológicos y Biológicos.

Diapo 5
¿Qué repercusiones tiene el envejecimiento en la salud pública?
Entre 2000 y 2050, la población mundial de 60 años o más se multiplicará por más de tres, pasando de 600 millones a 2000 millones. La mayor parte de ese aumento se producirá en países en desarrollo, donde pasarán de 400 a 1700 millones en ese mismo periodo.
Este cambio demográfico tiene varias repercusiones en la salud pública. La buena salud es esencial para que las personas mayores mantengan su independencia y participen en la vida de la familia y de la comunidad. Las actividades de promoción de la salud y prevención de las enfermedades a lo largo de toda la vida pueden evitar o retrasar la aparición de enfermedades no transmisibles y crónicas, como las cardiopatías, los accidentes vasculares cerebrales y el cáncer.
Los servicios de atención primaria deben proporcionar una atención accesible, integrada y regular a las personas mayores que padecen estos trastornos. Las enfermedades crónicas requieren un seguimiento para reducir al mínimo las discapacidades asociadas y sus efectos negativos sobre la calidad de vida. La naturaleza continua de esa atención significa que será más eficaz si se presta en entornos basados en la comunidad, como los centros de atención primaria.
Las acciones de salud pública pueden contar con las capacidades de las personas mayores. La creciente población mundial de personas mayores desempeña un papel fundamental, por ejemplo, en el voluntariado, la transmisión de experiencias y conocimientos, la ayuda a sus familias en la prestación de cuidados y su participación cada vez mayor en la fuerza laboral remunerada.
Diapo 6
Refiriéndonos a Fuente Palmera, y teniendo en cuenta el censo oficial tomado de los datos que nos ofrece el Instituto Nacional de Estadística, vemos cómo de las 1943 personas mayores de 60 años de 2006, extrapolando datos a 2050, existirán en nuestra Colonia 6412 personas mayores de 60 años.
Diapo 7
La demencia es una enfermedad frecuente, grave, larga y penosa que presenta un alto grado de complicación tanto en los aspectos diagnósticos como terapéuticos. Es un trastorno cerebral que afecta de forma grave la habilidad de una persona para llevar a cabo sus actividades diarias. La enfermedad de Alzheimer es el tipo más frecuente de demencia entre las personas mayores y afecta las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Aunque los científicos aprenden más todos los días sobre esta enfermedad, estos aún no saben cual es la causa y no han descubierto un tratamiento para curarla.
Toda demencia produce un importantísimo impacto personal, familiar y social cuyas consecuencias son imposibles de eludir. Por todo ello requiere una multiplicidad de abordajes que solo se pueden afrontar desde perspectivas abiertas y multidisciplinarias.
Diapo 8
Para que un síndrome demencial pueda ser considerado como tal, ha de revestir las siguientes características:
1. Nivel de conciencia normal.
2. Ser adquirido, no poseído anteriormente (oligofrenia)
3. Persistente en el tiempo (duración de semanas o meses)
4. Afectar a diferentes funciones cognitivas, intelectivas y psicológicas.
5. Tener una repercusión apreciable ( personal, laboral, social, familiar)
Diapo 9
La enfermedad de Alzheimer es una forma de demencia caracterizada por el deterioro progresivo y relativamente generalizado de las funciones superiores.
Clásicamente se le conocía como “demencia presenil” porque se daba en etapas previas a la senilidad. Hoy día no hay motivos para distinguir entre senil y presenil ya que se puede dar antes o después de los 60 años, tratándose de la misma enfermedad. Las formas de aparición en sujetos más jóvenes suelen ser más agresivas.
Diapo 10
La enfermedad de Alzheimer como entidad clínica individualizada cuenta ya con más de 100 años de historia. En noviembre de 1901 ingresó una paciente de 51 años de edad llamada Augusta D en el hospital de Francfurt con un llamativo cuadro clínico de 5 años de evolución que, tras comenzar con un delirio celotípico, había sufrido una rápida y progresiva pérdida de memoria, alucinaciones, desorientación temporoespacial, paranoia, trastornos de la conducta y un grave trastorno del lenguaje. Fue estudiada primero por Alois Alzheimer, y después por otros médicos. La enferma falleció el 8 de abril de 1906 por una septicemia, secundaria a escaras de decúbito y neumonía. El cerebro de la enferma fué remitido a Alzheimer, quien procedió a su estudio histológico. El 4 de noviembre de 1906 presentó su observación anatomoclínica con la descripción de placas seniles, ovillos neurofibrilares y cambios arterioescleróticos cerebrales. El trabajo se publicó al año siguiente con el título "Una enfermedad grave característica de la corteza cerebral". La denominación del cuadro clínico como enfermedad de Alzheimer fue introducida por Kraepelin en la octava edición de su "Manual de psiquiatría", en 1910.
Los científicos también han descubierto otros cambios en el cerebro de las personas que tienen esta enfermedad. Estos cambios tienen que ver con la destrucción de células nerviosas en áreas del cerebro que son vitales para la memoria y otras facultades mentales, lo cual causa la interrupción de las conexiones entre las células nerviosas. También se presentan niveles más bajos de algunas de las sustancias químicas del cerebro que se encargan de la transmisión de mensajes entre las células nerviosas. La enfermedad de Alzheimer puede alterar los procesos del pensamiento y la memoria al interrumpir la transmisión de estos mensajes.
Diapo 13
EPIDEMIOLOGIA
Las demencias en su conjunto afectan casi al 5 % de las personas mayores de 65 años, incrementándose conforme aumenta la edad, hasta llegar al 30 % a los 85 años. Pero no hay que confundir demencia con pérdida de memoria, ya que más del 50 % de los mayores de 65 años presentan fallos de memoria que son normales y no por ello hay que pensar en que se trata de una demencia.
La enfermedad de Alzheimer se presenta en un 60-70 % del total de las demencias.
En España hay más de 600.000 personas que padecen EA. Esta enfermedad genera unos costes anuales de 2 a 4 millones de pesetas por persona, lo que supone más de 700.000 millones de pesetas en total cada año lo que el Estado gasta en atender a estos pacientes.
TODOS TENEMOS QUE COLABORAR PARA CONSEGUIR EL OBJETIVO PRINCIPAL QUE DEBEMOS PLANTEARNOS ANTE ESTA ENFERMEDAD. Este objetivo no es otro que la mejora básica de la vida de estos enfermos y la de sus familiares y cuidadores.

¿Qué causa la enfermedad de Alzheimer?
Los científicos aún no entienden del todo lo qué causa la enfermedad de Alzheimer. Es probable que no haya una sola causa, sino varios factores que afectan a cada persona de forma diferente. La edad es el factor de riesgo más conocido. El número de personas que sufren de esta enfermedad se duplica cada 5 años entre las personas mayores de 65 años de edad.
Los antecedentes familiares son otro factor de riesgo. Los científicos creen que la genética puede jugar un papel importante en muchos de los casos de Alzheimer. Por ejemplo, la enfermedad de Alzheimer familiar de aparición temprana, una rara forma de la enfermedad que generalmente se manifiesta entre los 30 y 60 años de edad, es de carácter hereditario. El tipo más frecuente de Alzheimer es el de la aparición tardía.
Diapo 15
Los científicos aún tienen mucho que aprender y descubrir sobre las causas de esta enfermedad. Además de la genética, los científicos se encuentran investigando el papel que podrían desempeñar la educación, la alimentación y el ambiente en el desarrollo de la misma. Los científicos están encontrando cada vez más indicios de que algunos de los factores de riesgo de las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares, como la hipertensión arterial, el colesterol alto y los niveles bajos de la vitamina folato, pueden también aumentar el riesgo de desarrollar Alzheimer. También hay mayores indicios de que las actividades físicas, mentales y sociales pueden ser factores de protección contra la enfermedad.
Diapo 16
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Alzheimer?
La enfermedad de Alzheimer se inicia en forma lenta. Al principio, el único síntoma pueden ser olvidos leves, los cuales pueden confundirse con cambios en la memoria asociados con la edad. La mayoría de las personas que sufren de olvidos leves no tienen Alzheimer. En la fase inicial de la enfermedad, las personas pueden tener dificultades para acordarse de eventos y actividades recientes o de los nombres de personas o cosas conocidas. Es posible que no puedan resolver problemas matemáticos sencillos. Este tipo de dificultades pueden representar una molestia, pero no son lo suficientemente graves como para causar preocupación.
Sin embargo, a medida que avanza la enfermedad, los síntomas se notan con mayor facilidad y se agravan de forma tal que hacen que las personas con Alzheimer y sus familiares busquen ayuda médica. Los olvidos o fallos de memoria empiezan a interferir con las actividades diarias. A las personas en la fase intermedia de la enfermedad, se les puede olvidar cómo hacer tareas sencillas, como cepillarse los dientes o peinarse; ya no pueden pensar con claridad; fallan en su intento de reconocer personas y lugares conocidos; y empiezan a tener problemas para hablar, entender, leer o escribir. Más adelante, pueden volverse inquietas o agresivas, o deambular fuera de sus casas. Al final, los pacientes necesitan de un cuidado permanente.
Diapo 17
¿Cómo podemos sospechar que una persona está comenzando a padecer la enfermedad de Alzheimer?
Hay una serie de signos de alarma que harán a la familia y a los conocidos ponerse en alerta:
• Pérdida de memoria que afecta a la capacidad laboral.
• Dificultad para llevar a cabo tareas familiares.
• Problemas con el lenguaje.
• Desorientación en tiempo y lugar.
• Juicio pobre o disminuido.
• Problemas con el pensamiento abstracto.
• Cosas colocadas en lugares erróneos.
• Cambios en el humor o en el comportamiento.
• Cambios en la personalidad.
• Pérdida de iniciativa.
Diapo 18
¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Alzheimer?
Un diagnóstico temprano y exacto de la enfermedad de Alzheimer ayuda a los pacientes y a sus familias a planear para el futuro. Asimismo, les da tiempo para considerar las opciones de atención mientras el paciente está en capacidad de participar en la toma de decisiones. El diagnóstico temprano también ofrece la mejor oportunidad para tratar los síntomas de la enfermedad.
Hoy en día, la única forma definitiva de diagnóstico es determinar si hay placas y ovillos o acumulaciones en el tejido cerebral. Sin embargo, para observar el tejido cerebral los médicos deben esperar generalmente a que se haga una autopsia, el cual es un examen del cuerpo que se realiza después de que muere la persona. Por esta razón, los médicos sólo pueden hacer un diagnóstico “posible” o “probable” de la enfermedad mientras la persona está viva.
En centros especializados, los médicos pueden diagnosticar acertadamente la enfermedad hasta en un 90 por ciento de las veces. Los médicos utilizan varios instrumentos para hacer un diagnóstico probable de la enfermedad de Alzheimer. Entre estos se encuentran: preguntas sobre la salud general de la persona, problemas médicos previos y su capacidad para llevar a cabo las actividades diarias, pruebas de memoria, resolución de problemas, atención, conteo y lenguaje, exámenes médicos, como pruebas de sangre, orina o líquido cefalorraquídeo, y gammagrafías cerebrales.
Algunas veces, estas pruebas pueden ayudarle al médico a encontrar otras causas posibles de los síntomas que tiene la persona. Por ejemplo, situaciones como problemas de tiroides, reacciones a los medicamentos, depresión, tumores cerebrales y enfermedades de los vasos sanguíneos pueden causar síntomas parecidos a la enfermedad de Alzheimer. Algunas de estas otras afecciones médicas pueden tratarse en forma satisfactoria.
Diapo 19
¿Cómo se trata la enfermedad de Alzheimer?
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad de progresión lenta, que se inicia con problemas leves de la memoria y termina con daño cerebral grave. La evolución de la enfermedad y la rapidez con que ocurren los cambios varían de persona a persona. En promedio, los pacientes con Alzheimer viven entre 8 y 10 años después de haber sido diagnosticados, aunque algunas personas pueden vivir hasta 20 años con la enfermedad.
Ningún tratamiento puede detener la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, para algunas personas en las fases iniciales e intermedias, hay una serie de medicamentos que pueden ayudar a prevenir el empeoramiento de algunos síntomas durante un período limitado de tiempo. Estos son conocidos por muchos de los que están aquí presentes, ya que los toman sus familiares: tacrina (Cognex), donepezilo (Aricept), rivastigmina (Exelon) o galantamina (Reminyl)
Otro medicamento, la memantina (Axura), ha sido aprobado para tratar las fases moderadas o graves de la enfermedad, aunque también tiene efectos limitados.
Asimismo, algunas medicinas pueden ayudar a controlar los síntomas del comportamiento causados por la enfermedad de Alzheimer como el insomnio, la agitación, la deambulación, la ansiedad y la depresión. El tratamiento de estos síntomas contribuye con frecuencia a que los pacientes se sientan más cómodos y facilita su cuidado por parte de las personas que los atienden.
Diapo 20
Hemos visto y aprendido algo más sobre la enfermedad de Alzheimer. En esta ocasión se han organizado unas jornadas para tratarla y difundirla entre la población general. Pero hemos de aprovechar la presencia de ustedes aquí y seguir sensibilizándolos, ya que no solo existen enfermos de Alzheimer a quien cuidar, sino que por el contrario hay otros muchos más, de distintas edades, pero especialmente mayores, que se encuentran postrados en cama, o sin poderse valer por sí mismos, que necesitan nuestra ayuda y nuestro apoyo.
Y tenemos no solo que ser sensible nosotros, los que tenemos ya una edad madura, sino que tenemos que concienciar a nuestros hijos y nietos a hacer lo mismo. A tener respeto a los mayores, a venerarlos y ayudarlos.
La mayoría de las veces se reciben por internet tonterías y groserías; pero hay otras ocasiones en las que llegan archivos muy buenos. Recibí este que ahora voy a abrir y exponer que hace saltar las lágrimas del más insensible, porque dice unas cosas tan elementales y tan ciertas que creo que es bastante bueno para concienciar a las personas para que cuiden y mimen a sus mayores.
24 noviembre, 2006
Quejas somáticas: ¿Orgánicas o funcionales?
Dr. Bernabé Galán Sánchez
Médico de Familia. Fuente Palmera (Córdoba)
Médico de Familia. Fuente Palmera (Córdoba)
DIAPOS 1 y 2
- El hecho de ser humanos, nos condiciona a experimentar síntomas somáticos con cierta frecuencia sin que ello suponga padecer alguna enfermedad. Solo una pequeña parte de estos síntomas sentidos son producidos por alguna patología. Por tanto, para poder hablar de que un paciente presenta un trastorno somatomorfo y catalogarlo como psiquiátrico, es necesario que el individuo atribuya estas molestias a una enfermedad orgánica y busque un diagnóstico y un tratamiento médico de forma persistente, pese a la reafirmación de los médicos en el sentido de que no padece ninguna enfermedad grave que esté produciendo estos síntomas.
DIAPO 3
- A lo largo de la semana el 75 % de los adultos sanos padecemos algún tipo de dolor o malestar físico , que puede estar causado por alteraciones leves de los mismos procesos fisiológicos diarios (respiración, digestión, circulación, modificaciones hormonales, etc), modificaciones o transgresiones en la dieta, exceso físico o fatiga, infecciones víricas subclínicas, etc. Y también por factores ambientales, como el calor o frío extremos, exceso de luz, humedad, ruido y la contaminación ambiental.
DIAPO 4
- “En toda población hay pacientes con múltiples quejas crónicas y sin ninguna enfermedad seria, que raramente mejoran de sus síntomas a pesar de los esfuerzos del médico. Estas personas necesitan de sus achaques para poder vivir” (L. Liberman y M. Stuart)
DIAPO 5
- La coexistencia de condiciones médicas crónicas y psicopatología debe ser considerada en la planificación de los servicios de Atención Primaria de Salud, dados los altos costos y la duración de los tratamientos que requieren estos pacientes . Estos trastornos, a pesar de su elevada prevalencia no han recibido suficiente atención. En los diferentes estudios que profundizan algo en el conocimiento de estas patologías, no se incluyen habitualmente las variables geográficas y culturales, siendo estas un factor importante en la comprensión de la comorbilidad de enfermedades físicas y mentales. Son pacientes hiperfrecuentadores de los servicios de salud y con altos niveles de discapacidad que obliga a estar en baja laboral largos periodos de tiempo. Además son demandantes de evaluaciones médicas más completas y laboriosas, de hospitalizaciones más prolongadas y de tratamientos más especializados más costosos.
DIAPO 6
- En los últimos años resurge un interés creciente por el rescate del médico generalista, médico de familia o de cabecera, que mantenga una visión global del enfermo y un cuidado comprensivo para una mejor relación médico-paciente. La medicina familiar y comunitaria y la atención primaria de salud apuntan así a una medicina integral que preserve un tratamiento más humano del paciente y que posibilite también una utilización más racional de los modernos recursos diagnósticos y terapéuticos de los que disponemos , .
DIAPO 7
- Hay un refrán español que dice que “Salud es para el enfermo la cara del médico”. Y un proverbio árabe que asevera que “Quien no comprende una mirada, tampoco comprende una larga explicación”.
- “Déme 10 minutos de escucha interesada, no interrumpida, y le diré a usted todo lo que necesita saber para ayudarme” (Kaye)
DIAPO 8
- La somatización se considera como uno de los más frecuentes y problemáticos fenómenos que encaran los médicos a nivel de atención primaria. Es un término genérico que incluye un amplio rango de fenómenos clínicos, una variedad de procesos que conducen al paciente a buscar ayuda médica por síntomas o malestares del cuerpo los cuales, a veces, aún cuando no existe evidencia médica de los mismos, el paciente erróneamente lo atribuye a una enfermedad orgánica .
- Es importante tener en cuenta estos trastornos debido a:
Elevada prevalencia (4 %)
Baja calidad de vida que producen en los pacientes.
Elevado coste. Se cifra en un 10 % del gasto sanitario total.
Dificultad de manejo de estos pacientes, rechazados por la mayoría de los médicos porque producen sentimientos de frustración e ira. Estos pacientes suelen acabar siempre en la consulta de un médico con un perfil específico, ya que han sido rechazados por los demás. Es posible que este tipo de “enfermos” no solo sean rechazados en la clínica, sino también en el campo de la investigación, al no existir demasiados estudios sobre ellos. Creo que tenemos mucho territorio virgen sobre el que trabajar, recorrer y explorar.
DIAPO 9
Rosalía (85 años) Asidua visitadora a la consulta con distintos achaques cada vez. Se va a Madrid, permanece allí durante 4 meses, que se me pasaron enseguida, y cuando vuelve, como es natural, va a saludarme y a comenzar a quejarse y a exigirme recetas para sus dolencias. Me confiesa que en Madrid, durante todo el tiempo, no ha tenido que ir al médico (su hija me comentó que vivía en una 4ª planta sin ascensor y el consultorio lo cogían bastante lejos) Le comento que se vaya a Madrid, y que si allí no necesitó medicinas que por qué aquí si. Al negarme a ceder a sus exigencias, y levantarme la voz, le comento que es muy fácil la solución: que se cambie de médico y así no tendrá problemas. A lo que me responde: ¿cambiarme yo de médico con otro que no sea usted? ¡Ni muerta! ¡En la vida me cambiaría! …
DIAPO 10
- La relación con los pacientes que podríamos calificar como de trato difícil afecta a la práctica diaria de los profesionales de Atención Primaria, porque suelen representar, según algunos autores, hasta un 15-30 % de las consultas. Estos estudios están basados en la opinión de los profesionales. En un estudio recientemente publicado en la revista Atención Primaria , se expone un trabajo que tiene como objetivo valorar el grado de satisfacción de los pacientes de trato difícil atendidos por un equipo de Atención Primaria. Uno de los seis grupos en los que dividen a estos pacientes de trato difícil es el de SOMATIZADORES; definiéndolos como pacientes plurisintomáticos con afecciones de difícil explicación biomédica, y atribuyéndoles la generación de un gran número de interconsultas y exploraciones complementarias.
- Estos pacientes, que de entrada provocan, generalmente en el médico, una serie de prejuicios que debemos salvar a la hora de atenderlos en la consulta, sin embargo, y a pesar de lo que podríamos pensar, suelen sentirse satisfechos con la atención recibida2 de su médico y también con el funcionamiento del sistema sanitario o al menos igual que la población en general.
DIAPO 11
- Son pacientes que llegan a tu consulta, te piden perdón por volver a venir tan pronto, te lloran, se quejan, describen sus dolores, sus sentimientos, sus sensaciones, en definitiva “sus síntomas” vagos, difusos y generalizados . Si los pruebas espontáneamente los pillas enseguida, ya que el movimiento que realizan en respuesta a tu estímulo no podrían hacerlo si padeciesen la enfermedad orgánica que creen tener. La mayoría, salen de la consulta despidiéndose afectuosamente y preguntándote por la señora y los hijos.
- Cualquiera de los presentes podría narrarnos muchos ejemplos de casos de pacientes atendidos en su consulta. Pero creo que en Atención Primaria los ejemplos pueden ser más concluyentes, y en mi caso al ofrecerles una larga continuidad asistencial (llevo 26 años en la misma plaza) y tratarse además de una población rural, con las limitaciones que ello conlleva, puedo presentar algunos ejemplos pintorescos, que como pueden estar observando ustedes voy intercalando.
DIAPO 12
- Otro caso es el de una señora, Mª Carmen G. Q. (29-06-1965) (41 años) dolor en la mano y cuando respira hondo se le hincha la mano.
El dolor, al igual que otros fenómenos clínicos, plantea la dificultad de establecer una diferencia tajante entre los factores funcionales y orgánicos . Esta dificultad tiene DIAPO 13 relación con los complicados mecanismos neurofisiológicos de transmisión del dolor. El estímulo nociceptivo periférico es transmitido al cerebro y percibido por la persona. Pero es este componente perceptivo el que introduce enormes diferencias en la experiencia del dolor. En ocasiones el paciente pierde toda capacidad para enfrentarse al dolor, transformándose éste en el fenómeno central de su existencia. En nuestro medio, o mejor dicho en el medio en el que desarrollo mi actividad profesional, que es el medio rural, ese proceso hipotético, del que hablaba Stekel a principios del siglo XX, en el cual los mecanismos de defensa natural no permiten la expresión de la ansiedad y, en su lugar, sólo es posible una “expresión visceral”, impidiendo la manifestación de la ansiedad experimentada conscientemente por el individuo, se da con bastante frecuencia. Así no es raro tener que atender, y muchas veces como urgencias, a personas que presentan crisis de disnea repentinas, dolores abdominales inexplicables, crisis hipertensivas en personas normotensas, alopecias, polaquiurias, lesiones dermatológicas, pruritos y exantemas, hormigueos en extremidades, etc., etc.
DIAPO 14
- Estos pacientes plantean las mayores dificultades diagnósticas y terapéuticas en Medicina e implican un desafío de integración para aunar esfuerzos en aliviar su sufrimiento, poniendo a prueba sistemáticamente la capacidad de comprensión y de ayuda de parte del equipo médico. Estos pacientes que presentan síntomas funcionales, que nos hacen comentar “¡¡si es que no tienen nada!!”, siguen acudiendo a nuestras consultas. En ellos es frecuente que existan factores psiquiátricos asociados, como ansiedad, depresión o hipocondría, que suelen ser subdiagnosticados. Es raro que consulten los servicios de Salud Mental, sino por el contrario acuden repetidamente a especialistas clínicos o quirúrgicos, ocasionando numerosos procedimientos diagnósticos o terapéuticos e incluso quirúrgicos innecesarios , que no aportan ningún avance en la solución de su problema.
DIAPO 15
- Los objetivos mínimos que el médico de Atención Primaria debe contemplar con pacientes somatizadores :
Hacer una recogida de datos que permitan plantear hipótesis aproximativas a la situación global del paciente en relación a las causas de sus dolencias.
Transmitir al interesado las hipótesis basadas en el punto anterior.
Mantener con los pacientes un contacto adecuado a largo plazo.
Valorar la motivación real del paciente para salir de su situación.
Efectuar una propuesta terapéutica que le ayude a mejorar su calidad de vida.
Evitar la yatrogenia.
Limitar el deterioro.
Derivar a dispositivos especializados cuando están disponibles.
Evitar el gasto innecesario.
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- En un estudio recientemente publicado en la Public Library of Science Medicine vemos cómo las palabras de los médicos no surten ningún efecto, por lo general, en este tipo de enfermos, ya que la mayoría creen erróneamente que, en el curso de la conversación, el médico les había señalado que sus síntomas tenían una causa física importante. Los pacientes que somatizan podrían mejorar si evitaran buscar causas físicas. Por el contrario la solución a su problema habría que buscarla centrándose en estrategias prácticas para recuperar su salud y aliviar sus síntomas.
- A esto último también hizo referencia el Profesor Díaz Rubio en una conferencia sobre “Inteligencia y Síndrome de Intestino Irritable” . En la irrupción de esta enfermedad, de la que tampoco se conocen sus causas y nunca presenta lesiones o alteraciones orgánicas, parece intervenir la inteligencia: una inteligencia experiencial que ejerce un control sobre la experiencia emocional. Y sobre esta inteligencia es posible actuar.
- El neurólogo Arturo Goicoechea, opina que el cerebro es la parte informática que construye el dolor utilizando el conocimiento. Refiriéndose a la migraña y la fibromialgia, dice que son construcciones anómalas del cerebro, no porque al cerebro le pase nada, sino porque un sistema que debe manejar el conocimiento no siempre garantiza que el conocimiento sea el correcto .
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- Hay una serie de datos que hacen sospechar que nos encontramos ante un trastorno funcional psicógeno:
Ya hemos dicho que presentan síntomas vagos, difusos o generalizados, sin un patrón consistente ni una distribución anatómica precisa6, .
Su descripción es pintoresca y poco comprensible. Existe cierta discordancia entre la severidad del dolor o de las molestias que relata, con la actitud que mantiene mientras los enumera. (Ejemplo: Paciente que comenta intenso y permanente dolor lumbar pero se le ve sereno y contento)
Los síntomas son atípicos y muestran una periodicidad anómala, con variaciones caprichosas e inexplicables. (Ejemplo: Lumbalgias que empeoran con el reposo, molestias precordiales sin relación con esfuerzos o reposos, dolores que no modifican mínimamente su intensidad con la administración de analgésicos, etc.)
A pesar de ser síntomas poco definidos y sin causas comprobables, condicionan variados grados de incapacidad así como importantes consecuencias familiares, sociales y laborales, manejando a su familia o para obtener beneficios de algún tipo.
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Ejemplo: Concepción L. (53 años) Se descartó que tuviera una fibromialgia, después de pensar en múltiples diagnósticos. Acudía a consulta casi un par de veces en semana. Últimamente viene a llorarme porque su familia se ha hartado de ella y la evitan siempre que pueden. Y eso que estaba mejor con las últimas medicinas que le había mandado no sé que especialista esta vez. Antes de irse me dijo que no se las tomaba todos los días porque como eran tan caras se le acababan enseguida y no podía comprar más.
En ocasiones existe una relación temporal entre una situación vital desencadenante (como fuente de ansiedad) y el comienzo o la exacerbación de los síntomas .
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La historia clínica es farragosa y confusa, difícil de elaborar, desordenada, con puntos oscuros. La exploración física no obtiene datos objetivos, arroja resultados inconsistentes, y se suele acompañar de gestos exagerados y reacciones emocionales de defensa.
Puede constatarse ansiedad, insomnio, depresión o rasgos neuróticos, pero el paciente siempre va a negar malestar psicológico y nunca vinculará sus desarreglos somáticos con conflictos personales.
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EJEMPLO: Concepción A. R. (7-08-1949) (57 años): Espolones calcáneos, agorafobia, vértigo posicional paroxístico, picadura de garrapata, trastorno adaptativo crónico, algias generalizadas, taquicardia, hipercolesterolémica y le cae mal la simvastatina y el Voltaren le produce diarrea.
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- He recogido una serie de consejos ó trucos para superar dificultades terapéuticas y de relación médico-paciente:
El médico debe limitarse a los exámenes complementarios que considere necesarios y no ceder a la ansiedad y a la constante presión del enfermo solicitando nuevos estudios. Esto solo agravará su ansiedad y cerrarán un círculo vicioso difícil de romper.
El médico se abstendrá de hacer ningún comentario acerca de considerar sus molestias como imaginarias o inventadas, ya que el paciente las siente como muy reales.
Como es natural, tarde o temprano la relación médico-paciente se deteriora y el clínico tendrá que contener la ansiedad y la frustración que le produce el trato con ese enfermo, y deberá también hacer frente a los sentimientos encontrados que éste le provoca. Es común que, después de la lógica dedicación inicial, el médico experimente indiferencia, impotencia, repliegue desilusionado o abierto rechazo, que pueden acabar en una derivación forzada. Debe además controlar el temor siempre latente de estar descuidando algún factor orgánico.
Es importante auto observarse y controlar estos sentimientos por parte nuestra si pretendemos seguir siendo el médico de cabecera que estos pacientes necesitan. Habrá que atenuar la ansiedad originada en la relación médico-paciente, y de esta manera poder generar un acto médico más preciso y que debe incluir una explicación o abordaje psicosomático, el cual puede favorecer mucho la evolución de estos enfermos. Ese abordaje psicosomático requiere explorar con tacto aspectos de la vida emocional, familiar y social del enfermo, para correlacionarlos con la génesis y variaciones de sus síntomas. Así se podrá diagnosticar un estado depresivo encubierto que se manifestaba como dolor lumbar y de miembros inferiores, y tratarlo eficazmente con antidepresivos. 0, en un caso de cefaleas claramente relacionadas con situaciones de estrés familiar, un tratamiento con benzodiazepinas puede cortar el círculo vicioso y mejorar el dolor junto con la adaptación emocional del paciente14.
El trabajo conjunto entre médicos de cabecera y psiquiatras es fundamental para diagnosticar y tratar adecuadamente los trastornos de personalidad y las conductas o reacciones de los pacientes.
El paciente debe ser atendido por un solo médico, preferiblemente, su médico de cabecera, planificando citas regulares cada 4-6 semanas como máximo, programando consultas breves que sean posibles en la agenda del generalista.
Es conveniente realizar exploraciones físicas simples en la zona de la que se queja el paciente .
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- El grado de gravedad de estos padecimientos es variable, yendo desde casos benignos que permiten un manejo razonable y el logro de mejorías clínicas, hasta casos crónicos muy serios que constituyen en realidad fenómenos psicóticos. Indicadores de gravedad son: el tiempo de evolución, la cantidad de consultas y estudios realizados, el número de médicos implicados, así como las consecuencias psicosociales del cuadro5, .
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- El abordaje de la enfermedad no es solo llegar a un diagnóstico y establecer una terapéutica adecuada. Es necesario también considerar los aspectos interpersonales que se desarrollan durante la relación médico-paciente y darles respuestas adecuadas, ya que de ello depende la eficacia del tratamiento . Así mismo y dado que el médico y el paciente no proceden de similares grupos socioculturales puede existir un desacuerdo entre sus modelos explicatorios. Este hecho puede provocar abandonos de tratamiento, falta de compromiso e insatisfacción del paciente y busca reiterada de nuevos médicos. Todo esto representa una carga para el sistema de salud y un aumento de la frustración y pérdida de tiempo para el médico5.
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- Como conclusión, creo que es importante la colaboración e interrelación entre médicos de Atención Primaria y Especialistas para tratar estas patologías.
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- Muchas gracias.
BIBLIOGRAFÍA
18 julio, 2006
PREGON FERIA REAL DE FUENTE PALMERA 2006
Pronunciado el dia 17 de Agosto de 2006 por el Dr. D. Bernabé Galán Sánchez
Buenas noches. Muchas gracias por estar aquí.
Sean todos bienvenidos a este acto de introducción a la Feria Real de la Colonia.
Muchas gracias a Pilar Mercader por la presentación que de mi persona ha exaltado, influenciada sin duda por la amistad que tenemos y de nuestro aprecio mutuo.
También, por supuesto y al que más, quiero agradecer al Excelentísimo Ayuntamiento de Fuente Palmera la decisión adoptada de que fuese yo, este año, el pregonero de esta singular Feria.
Es para mí un honor como colono adoptivo el poder pronunciar unas palabras como prólogo a lo
que deseo sean unos felices días en los que se olvide el trabajo y los malos ratos y nos sirvan para disfrutar de un merecido descanso, aunque habrá quien no pare a partir de ahora. Que en estos días se hagan nuevas amistades o se renueven las que tenemos olvidadas, y que se aclaren todos los malos entendidos que pudieran haberse producido durante el año. La cordialidad, el entusiasmo, la hospitalidad y la amistad deben presidir nuestra conducta todos los días de nuestra vida.
Procuraré ser escueto en mi exposición y sintetizaré lo mejor que pueda el elogio que esta Colonia de Fuente Palmera se merece a lo largo de toda su Historia, pero especialmente en los 26 años últimos que son los que he tenido la suerte y el honor de vivir en este Municipio.
Reconozco que hace 27 años ignoraba la existencia de Fuente Palmera. Llegué a esta bendita
Colonia, como he dicho, hace 26 años. Y llegué por equivocación. Sin embargo, cada día que pasa
me alegro más de haberme equivocado cuando hice la elección de plazas como Médico Titular en
aquel concurso de traslado. Hay dos coincidencias curiosas en mi vida: Una es la de haber nacido
justamente cien años después que D. Santiago Ramón y Cajal, a quien admiro desde mi uventud. Y la otra es la de haber llegado a la Colonia, cien años despues de que lo hiciera otro médico, Don
Antonio Tubío Guerrero, quien sentó raices y nos dejó una nutrida descendencia entre los colonos.
Comencé a querer a Fuente Palmera desde el primer momento. Desde la primera vez que pisé su suelo, disperso en 10 núcleos de población, que yo desconocía. No se me olvidará nunca mi primer aviso domiciliario: tenía que ir a visitar a un abuelo a Ochavillo del Río. Como no sabía ir, se ofreció a acompañarme y enseñarme el camino otro señor mayor, natural de aquella aldea pero que se había venido a vivir con su hijo muy cerca de donde nos encontramos. Durante el recorrido, el que después fue gran amigo mio, me iba señalando, con disfrute por parte de los dos, por donde se iba a los otros pueblos de aquel lado. Aquella mañana aprendí rápidamente cómo llegar a Herrería, Peñalosa, Ventilla y Villalón. Mi curiosidad por conocer me llevó a preguntarle por las carreteras que iban a los demás. Y así me enteré de los caminos que llevaban a Fuente Carreteros, Silillos, Cañada del Rabadán y Villar.
A pesar de tener una fisonomía muy distinta a la que estaba acostumbrado a ver, que eran los
olivares, el romero, los chaparrales, la jara, el lentisco, en mi pueblo natal, y la viña y el olivo en el pueblo de donde procedía, el paisaje que se extendía ante mis ojos, llano y extenso, en aquel otoño del 80 me sedujo.
Comencé desde aquel día a vivir la aventura de acompañar, apoyar, incitar, dirigir, animar,
entusiasmar a los colonos, en los comienzos del más grande periodo de transición y desarrollo
conocido en la historia de nuestra Colonia.
El moderno plan de regadíos que iba a comenzar a dar sus primeros pasos me atrajo desde un
principio. Comencé a escribir como corresponsal, casi a diario, en los periódicos provinciales La
Voz de Córdoba y posteriormente en el Diario Córdoba. ¡Había que dar a conocer Fuente Palmera a los demás pueblos de la provincia y de Andalucía! ¡Había que llevar la nueva de que gracias al agua La Colonia iba a avanzar a paso de gigante en comparación con los pueblos limítrofes, superándolos y adelantándolos ampliamente!
Gracias a mi amistad con el Ingeniero Jefe de Fomento, que me ilustró ampliamente, comprendí,
para después difundir, la grandeza de los riegos. La trascendencia que tendrían para La Colonia su puesta en marcha y su mantenimiento. Soñé e intuí el futuro de todos los núcleos de población de Fuente Palmera.
Pero sigamos repasando la vida de La Colonia desde 1980. Yo tenía la firme convicción de que
Fuente Palmera estaba destinada a ser la "California de Europa": una de las poblaciones más ricas y prósperas del Viejo Continente. Este hecho era conocido por la Administración y fue correspondido ampliamente por los poderes públicos. Sin embargo no fueron conscientes de un problema que se podría presentar en un futuro no muy lejano. No se daban cuenta de que se iba a producir un tremendo desequilibrio socio-económico-cultural. Esto es, en palabras claras: Fuente Palmera, hasta la llegada del regadío, era una zona muy deprimida económica y socioculturalmente. En el futuro iba a prosperar rápida y exponencialmente en el aspecto económico, pero no estaba preparada en lo socio-cultural y se iba a producir un desequilibrio y por lo tanto había que trabajar sin descanso para que no se notasen o fuesen mínimas las consecuencias de este desajuste.
Si amo tanto a Fuente Palmera, a pesar de no haber nacido aquí, es porque he empleado las horas de más noble afán de mi vida en conocerla palmo a palmo, en entender a sus gentes, en sentir lo que sienten. Todo esto con el objetivo de trabajar por la Colonia y los colonos, para poder ayudar a encaminar su futuro. Por eso quiero tanto a Fuente Palmera: porque la conozco y conozco a sus gentes, y por eso creo en ella.
Hay un párrafo que escribió Don Gregorio Marañón, que habla de la dedicación de las personas en lo que creen. Dice así el ilustre Médico y Humanista: "Hay muchos seres humanos que han
dedicado su vida a lo que creen y se dice que es el amor, y, sin embargo, después de bien exprimida su experiencia, no podrían añadir una sola gota de enjundia a lo que se sabe ya. En el amor, la cantidad no cuenta. Todo su secreto está en la calidad y en la gracia. Y por gracia hemos de entender el que la fruición material, lo que exige el instinto, siempre bárbaro, no sea nunca un
objetivo ni un premio del amor, sino una leve y delicada brasa que caldee y coloree de rosa a todo eso otro semidivino que es el rendimiento, el sacrificio, la oferta de un ideal irrealizable, el dar y no pedir, sin lo cual el amor es sólo una cárcel con las paredes adornadas de estampas prohibidas, sin maldita la gracia".
Cómo pasa el tiempo. Qué de prisa pasan los días cuando participas en la aventura. Recuerdo con admiración aquellos tiempos en los que, año tras año, un elevado porcentaje de colonas y colonos abandonaban temporalmente sus casas y viajaban lejos, en las temporadas de la vendimia y de la recogida de aceituna. A pesar de conocer que vivirían en unas condiciones a veces infrahumanas, llevaban con optimismo un solo objetivo: evolucionar y alcanzar lo que sus padres no pudieron conseguir, como una vivienda decente y una mejor posición social. Aquellos aventureros, aquellos héroes, deberían dar clase en colegios e institutos. Deberían enseñar a nuestros jóvenes, desde pequeñitos, el valor del trabajo, del esfuerzo, del sudor, del sacrificio, del sufrimiento. Debería existir una asignatura sobre valores y experiencias. Que se den cuenta los nietos de hoy que sus abuelos, jóvenes hace unos años, trabajaron duro, muy duro, para ofrecer un futuro mejor a los colonos venideros; para construir una Colonia excelente. Y que se den cuenta estos últimos que son ellos los responsables de continuar la gesta que sus antepasados comenzaron.
Debemos esforzarnos por ir siempre “un paso más allá” de nuestra experiencia anterior, como se
esforzaron nuestros antepasados. Y debemos ser revolucionarios en nuestras acciones, no debemos ser inmovilistas. Hemos de continuar siendo innovadores, progresistas, imaginativos, hacendosos, inquietos, idealistas, soñadores, tener espíritu de lucha y no olvidar ser fieles a nuestro pasado, aunque no del todo, porque el revolucionario cuando triunfa no puede ser fiel a su pasado por completo, ya que gracias a la revolución ha transformado el pasado y ha creado un presente nuevo.
¡Hay que ver el montón de empresas que han surgido en los últimos años en nuestra Colonia!
Gracias a la imaginación, el idealismo, la inquietud de nuestros jóvenes y menos jóvenes
empresarios han llegado a ser punteras cada una en su sector, llevando el nombre de Fuente
Palmera como estandarte de calidad, honradez, seriedad. En una palabra: saber hacer. Y tenemos que estar orgullosos de ellas y de ellos. Lo dijo Don Santiago Ramón y Cajal: “Las ideas no duran mucho. Hay que hacer algo con ellas”. ¡Y tanto que los colonos las han desarrollado! Marcel Proust nos lo dejó dicho: “El acto real del descubrimiento no consiste en encontrar nuevas tierras, sino en ver con nuevos ojos”. Esto es lo que hacen los niños continuamente. Pero nosotros, los adultos, tenemos que obligarnos constantemente a permanecer insatisfechos del mundo que hemos creado.
Me hace mucha gracia cuando oigo a quienes no nos conocen, hablar de la pereza de los andaluces. Antiguamente había gentes, personajillos, que gustaban de vegetar y divertirse a costa del trabajo de los demás; esa fama no era específica de nuestro suelo, sino común a todos los pueblos, y afortunadamente nosotros hemos sabido demostrar lo contrario en el transcurso de los 239 años de existencia de nuestra Colonia. ¿Quién puede negar la laboriosidad de los colonos? Desde los primeros que poblaron estas tierras, deserticas entonces, hasta sus descendientes de hoy no han parado de trabajar afanosamente para conseguir lo que tenemos. Solo hay que madrugar un poco para observar cómo día a día, cada uno se dirige a su trabajo. Cómo se llenan las carreteras de vehículos que transportan trabajadores llevando el nombre de nuestra Colonia a distintos lugares de Andalucía o a otras comunidades y países.
Deberían castigar a quienes llamaran perezosos a nuestros antepasados, heroicos trabajadores del campo, regado con el sudor de su cuerpo, trabajando de sol a sol, sin poderse cambiar de ropa, ni llevarse a veces un trozo de pan a la boca, sin posibilidades de formarse o instruirse y siempre a merced del cacique de turno que se aprovechaba de su ignorancia y su pobreza.
Y después de conocer todo lo que he descrito, ¿quien sería incapaz de amar a esta tierra y a sus
gentes? ¿Quien no se dejaría seducir por su idiosincrasia?
Me vais a permitir terminar con una frase que casi al final de su vida proclamó Maeterlinck, uno de los grandes soñadores del siglo pasado: “Todo mi instinto, toda mi eficacia, me empujaban desde niño a la Medicina; porque esta es, cada vez estoy más cierto de ello, la llave más segura para dar acceso a las profundas realidades de la vida”.
Buenas noches. Muchas gracias por estar aquí.
Sean todos bienvenidos a este acto de introducción a la Feria Real de la Colonia.
Muchas gracias a Pilar Mercader por la presentación que de mi persona ha exaltado, influenciada sin duda por la amistad que tenemos y de nuestro aprecio mutuo.
También, por supuesto y al que más, quiero agradecer al Excelentísimo Ayuntamiento de Fuente Palmera la decisión adoptada de que fuese yo, este año, el pregonero de esta singular Feria.
Es para mí un honor como colono adoptivo el poder pronunciar unas palabras como prólogo a lo
que deseo sean unos felices días en los que se olvide el trabajo y los malos ratos y nos sirvan para disfrutar de un merecido descanso, aunque habrá quien no pare a partir de ahora. Que en estos días se hagan nuevas amistades o se renueven las que tenemos olvidadas, y que se aclaren todos los malos entendidos que pudieran haberse producido durante el año. La cordialidad, el entusiasmo, la hospitalidad y la amistad deben presidir nuestra conducta todos los días de nuestra vida.
Procuraré ser escueto en mi exposición y sintetizaré lo mejor que pueda el elogio que esta Colonia de Fuente Palmera se merece a lo largo de toda su Historia, pero especialmente en los 26 años últimos que son los que he tenido la suerte y el honor de vivir en este Municipio.
Reconozco que hace 27 años ignoraba la existencia de Fuente Palmera. Llegué a esta bendita
Colonia, como he dicho, hace 26 años. Y llegué por equivocación. Sin embargo, cada día que pasa
me alegro más de haberme equivocado cuando hice la elección de plazas como Médico Titular en
aquel concurso de traslado. Hay dos coincidencias curiosas en mi vida: Una es la de haber nacido
justamente cien años después que D. Santiago Ramón y Cajal, a quien admiro desde mi uventud. Y la otra es la de haber llegado a la Colonia, cien años despues de que lo hiciera otro médico, Don
Antonio Tubío Guerrero, quien sentó raices y nos dejó una nutrida descendencia entre los colonos.
Comencé a querer a Fuente Palmera desde el primer momento. Desde la primera vez que pisé su suelo, disperso en 10 núcleos de población, que yo desconocía. No se me olvidará nunca mi primer aviso domiciliario: tenía que ir a visitar a un abuelo a Ochavillo del Río. Como no sabía ir, se ofreció a acompañarme y enseñarme el camino otro señor mayor, natural de aquella aldea pero que se había venido a vivir con su hijo muy cerca de donde nos encontramos. Durante el recorrido, el que después fue gran amigo mio, me iba señalando, con disfrute por parte de los dos, por donde se iba a los otros pueblos de aquel lado. Aquella mañana aprendí rápidamente cómo llegar a Herrería, Peñalosa, Ventilla y Villalón. Mi curiosidad por conocer me llevó a preguntarle por las carreteras que iban a los demás. Y así me enteré de los caminos que llevaban a Fuente Carreteros, Silillos, Cañada del Rabadán y Villar.
A pesar de tener una fisonomía muy distinta a la que estaba acostumbrado a ver, que eran los
olivares, el romero, los chaparrales, la jara, el lentisco, en mi pueblo natal, y la viña y el olivo en el pueblo de donde procedía, el paisaje que se extendía ante mis ojos, llano y extenso, en aquel otoño del 80 me sedujo.
Comencé desde aquel día a vivir la aventura de acompañar, apoyar, incitar, dirigir, animar,
entusiasmar a los colonos, en los comienzos del más grande periodo de transición y desarrollo
conocido en la historia de nuestra Colonia.
El moderno plan de regadíos que iba a comenzar a dar sus primeros pasos me atrajo desde un
principio. Comencé a escribir como corresponsal, casi a diario, en los periódicos provinciales La
Voz de Córdoba y posteriormente en el Diario Córdoba. ¡Había que dar a conocer Fuente Palmera a los demás pueblos de la provincia y de Andalucía! ¡Había que llevar la nueva de que gracias al agua La Colonia iba a avanzar a paso de gigante en comparación con los pueblos limítrofes, superándolos y adelantándolos ampliamente!
Gracias a mi amistad con el Ingeniero Jefe de Fomento, que me ilustró ampliamente, comprendí,
para después difundir, la grandeza de los riegos. La trascendencia que tendrían para La Colonia su puesta en marcha y su mantenimiento. Soñé e intuí el futuro de todos los núcleos de población de Fuente Palmera.
También conocí las necesidades de los colonos: educación, sanidad, servicios sociales, animación
socio-cultural, conocimiento de su propia historia, tradiciones, sentimiento de pueblo, falta de
unidad, etc.
¿Hay algo más hermoso que las palabras Ayudar, Soñar, Amar, Reír, Concienciar, Apoyar,
Consolar, Compartir, Saludar, Escuchar, Enseñar, ...? ¿Y os habéis dado cuenta que a pesar de tener tan gran valor, las acciones que definen estas palabras se realizan gratuitamente? ¿Qué trabajo cuesta ayudar a los demás? Hay unos versos muy hermosos de Eduardo Alonso, que abundan en las frases anteriores. Dicen así:
" Y otra vez la sinfonía
interior de lo pensado.
Y otra vez de lo pasado
la triste melancolía.
Y otra vez esa manía
de pensar en lo esperado
para volver, alma mía,
a empezar por lo acabado."
socio-cultural, conocimiento de su propia historia, tradiciones, sentimiento de pueblo, falta de
unidad, etc.
¿Hay algo más hermoso que las palabras Ayudar, Soñar, Amar, Reír, Concienciar, Apoyar,
Consolar, Compartir, Saludar, Escuchar, Enseñar, ...? ¿Y os habéis dado cuenta que a pesar de tener tan gran valor, las acciones que definen estas palabras se realizan gratuitamente? ¿Qué trabajo cuesta ayudar a los demás? Hay unos versos muy hermosos de Eduardo Alonso, que abundan en las frases anteriores. Dicen así:
" Y otra vez la sinfonía
interior de lo pensado.
Y otra vez de lo pasado
la triste melancolía.
Y otra vez esa manía
de pensar en lo esperado
para volver, alma mía,
a empezar por lo acabado."
Pero sigamos repasando la vida de La Colonia desde 1980. Yo tenía la firme convicción de que
Fuente Palmera estaba destinada a ser la "California de Europa": una de las poblaciones más ricas y prósperas del Viejo Continente. Este hecho era conocido por la Administración y fue correspondido ampliamente por los poderes públicos. Sin embargo no fueron conscientes de un problema que se podría presentar en un futuro no muy lejano. No se daban cuenta de que se iba a producir un tremendo desequilibrio socio-económico-cultural. Esto es, en palabras claras: Fuente Palmera, hasta la llegada del regadío, era una zona muy deprimida económica y socioculturalmente. En el futuro iba a prosperar rápida y exponencialmente en el aspecto económico, pero no estaba preparada en lo socio-cultural y se iba a producir un desequilibrio y por lo tanto había que trabajar sin descanso para que no se notasen o fuesen mínimas las consecuencias de este desajuste.
Si amo tanto a Fuente Palmera, a pesar de no haber nacido aquí, es porque he empleado las horas de más noble afán de mi vida en conocerla palmo a palmo, en entender a sus gentes, en sentir lo que sienten. Todo esto con el objetivo de trabajar por la Colonia y los colonos, para poder ayudar a encaminar su futuro. Por eso quiero tanto a Fuente Palmera: porque la conozco y conozco a sus gentes, y por eso creo en ella.
Hay un párrafo que escribió Don Gregorio Marañón, que habla de la dedicación de las personas en lo que creen. Dice así el ilustre Médico y Humanista: "Hay muchos seres humanos que han
dedicado su vida a lo que creen y se dice que es el amor, y, sin embargo, después de bien exprimida su experiencia, no podrían añadir una sola gota de enjundia a lo que se sabe ya. En el amor, la cantidad no cuenta. Todo su secreto está en la calidad y en la gracia. Y por gracia hemos de entender el que la fruición material, lo que exige el instinto, siempre bárbaro, no sea nunca un
objetivo ni un premio del amor, sino una leve y delicada brasa que caldee y coloree de rosa a todo eso otro semidivino que es el rendimiento, el sacrificio, la oferta de un ideal irrealizable, el dar y no pedir, sin lo cual el amor es sólo una cárcel con las paredes adornadas de estampas prohibidas, sin maldita la gracia".
Cómo pasa el tiempo. Qué de prisa pasan los días cuando participas en la aventura. Recuerdo con admiración aquellos tiempos en los que, año tras año, un elevado porcentaje de colonas y colonos abandonaban temporalmente sus casas y viajaban lejos, en las temporadas de la vendimia y de la recogida de aceituna. A pesar de conocer que vivirían en unas condiciones a veces infrahumanas, llevaban con optimismo un solo objetivo: evolucionar y alcanzar lo que sus padres no pudieron conseguir, como una vivienda decente y una mejor posición social. Aquellos aventureros, aquellos héroes, deberían dar clase en colegios e institutos. Deberían enseñar a nuestros jóvenes, desde pequeñitos, el valor del trabajo, del esfuerzo, del sudor, del sacrificio, del sufrimiento. Debería existir una asignatura sobre valores y experiencias. Que se den cuenta los nietos de hoy que sus abuelos, jóvenes hace unos años, trabajaron duro, muy duro, para ofrecer un futuro mejor a los colonos venideros; para construir una Colonia excelente. Y que se den cuenta estos últimos que son ellos los responsables de continuar la gesta que sus antepasados comenzaron.
Aquel espíritu de aventura con el que vinieron nuestros antepasados, era alimentado por las ideas revolucionarias de Pablo Antonio de Olavide y de Juan Gaspar de Thürriegel, bajo el mandato del rey Carlos III. Y esta filosofía aventurera se basaba en una serie de pilares, que debemos tener siempre presentes. Estos cimientos no son otros que: la Adaptabilidad, el Deseo y la Determinación, la Visión y el Valor, la Experiencia, la Curiosidad Natural, el Trabajo en equipo y la Confianza, el Optimismo ilimitado, la Habilidad para afrontar riesgos y el Desempeño excepcional. Por eso, y los jóvenes deben tomar buena nota de ello, los logros son siempre resultado de un proceso constante.
Debemos esforzarnos por ir siempre “un paso más allá” de nuestra experiencia anterior, como se
esforzaron nuestros antepasados. Y debemos ser revolucionarios en nuestras acciones, no debemos ser inmovilistas. Hemos de continuar siendo innovadores, progresistas, imaginativos, hacendosos, inquietos, idealistas, soñadores, tener espíritu de lucha y no olvidar ser fieles a nuestro pasado, aunque no del todo, porque el revolucionario cuando triunfa no puede ser fiel a su pasado por completo, ya que gracias a la revolución ha transformado el pasado y ha creado un presente nuevo.
Me gustaría nombrar una a una las personas con las que he tenido y tengo el honor y la suerte de compartir más directamente, en la porción que me corresponde, de esta aventura de la que os hablo: la proeza de la Colonia de Fuente Palmera en este último cuarto de siglo. Me gustaría hacerlo, pero podría olvidar a alguien y no sería justo. Son tantos los momentos, ocasiones, escenarios, situaciones, eventos, emociones que hemos vivido que hay materia para escribir un extenso libro, al que no renuncio comenzar en un futuro cuando esté menos atareado.
Pero en esta aventura no solo participaron los mayores. Muchos jóvenes también trabajaron
entonces por un futuro mejor. Fueron idealistas y soñadores e imaginaron una tierra de promisión, en la que creyeron y por la que apostaron. Y otra vez el poeta Eduardo Alonso nos lo dice en estos versos:
¿Es sueño otra vida?
Si soñando se olvida
El dolor de existir,
Puede ser otra herida,
Que soñar no es morir.
Pero en esta aventura no solo participaron los mayores. Muchos jóvenes también trabajaron
entonces por un futuro mejor. Fueron idealistas y soñadores e imaginaron una tierra de promisión, en la que creyeron y por la que apostaron. Y otra vez el poeta Eduardo Alonso nos lo dice en estos versos:
¿Es sueño otra vida?
Si soñando se olvida
El dolor de existir,
Puede ser otra herida,
Que soñar no es morir.
¡Hay que ver el montón de empresas que han surgido en los últimos años en nuestra Colonia!
Gracias a la imaginación, el idealismo, la inquietud de nuestros jóvenes y menos jóvenes
empresarios han llegado a ser punteras cada una en su sector, llevando el nombre de Fuente
Palmera como estandarte de calidad, honradez, seriedad. En una palabra: saber hacer. Y tenemos que estar orgullosos de ellas y de ellos. Lo dijo Don Santiago Ramón y Cajal: “Las ideas no duran mucho. Hay que hacer algo con ellas”. ¡Y tanto que los colonos las han desarrollado! Marcel Proust nos lo dejó dicho: “El acto real del descubrimiento no consiste en encontrar nuevas tierras, sino en ver con nuevos ojos”. Esto es lo que hacen los niños continuamente. Pero nosotros, los adultos, tenemos que obligarnos constantemente a permanecer insatisfechos del mundo que hemos creado.
Me hace mucha gracia cuando oigo a quienes no nos conocen, hablar de la pereza de los andaluces. Antiguamente había gentes, personajillos, que gustaban de vegetar y divertirse a costa del trabajo de los demás; esa fama no era específica de nuestro suelo, sino común a todos los pueblos, y afortunadamente nosotros hemos sabido demostrar lo contrario en el transcurso de los 239 años de existencia de nuestra Colonia. ¿Quién puede negar la laboriosidad de los colonos? Desde los primeros que poblaron estas tierras, deserticas entonces, hasta sus descendientes de hoy no han parado de trabajar afanosamente para conseguir lo que tenemos. Solo hay que madrugar un poco para observar cómo día a día, cada uno se dirige a su trabajo. Cómo se llenan las carreteras de vehículos que transportan trabajadores llevando el nombre de nuestra Colonia a distintos lugares de Andalucía o a otras comunidades y países.
Deberían castigar a quienes llamaran perezosos a nuestros antepasados, heroicos trabajadores del campo, regado con el sudor de su cuerpo, trabajando de sol a sol, sin poderse cambiar de ropa, ni llevarse a veces un trozo de pan a la boca, sin posibilidades de formarse o instruirse y siempre a merced del cacique de turno que se aprovechaba de su ignorancia y su pobreza.
Y después de conocer todo lo que he descrito, ¿quien sería incapaz de amar a esta tierra y a sus
gentes? ¿Quien no se dejaría seducir por su idiosincrasia?
Como médico soy un espectador más de la vida, si bien desde un plano distinto que los demás
espectadores. Los médicos tenemos más ocasiones de ver el lado dramático del existir. Esta
profesión, con su leyenda de sacrificio, de humanitarismo, de contacto dramático con el sentir de
las personas la he desarrollado durante el periodo más largo de mi existencia en esta Colonia. Y os aseguro que el convivir con los colonos, sintiéndome uno más, ha actuado como sublimación en los momentos negativos por los que he pasado. Aunque no nací aquí, soy colono, y un colono que siente hasta la médula de sus huesos, hasta los rincones más profundos de su alma, el orgullo de serlo.
espectadores. Los médicos tenemos más ocasiones de ver el lado dramático del existir. Esta
profesión, con su leyenda de sacrificio, de humanitarismo, de contacto dramático con el sentir de
las personas la he desarrollado durante el periodo más largo de mi existencia en esta Colonia. Y os aseguro que el convivir con los colonos, sintiéndome uno más, ha actuado como sublimación en los momentos negativos por los que he pasado. Aunque no nací aquí, soy colono, y un colono que siente hasta la médula de sus huesos, hasta los rincones más profundos de su alma, el orgullo de serlo.
Me vais a permitir terminar con una frase que casi al final de su vida proclamó Maeterlinck, uno de los grandes soñadores del siglo pasado: “Todo mi instinto, toda mi eficacia, me empujaban desde niño a la Medicina; porque esta es, cada vez estoy más cierto de ello, la llave más segura para dar acceso a las profundas realidades de la vida”.
Muchas gracias y que paséis una muy mejor Feria.
12 diciembre, 2005
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